Estos días de confinamiento estaba pensando en la película de Forrest Gump, y me hacía pensar que Forrest Gump era un personaje al cual cuando algo se le metía en la cabeza no paraba de hacerlo hasta que sencillamente se cansaba de ello (corrió, jugó al Ping pong…) Por lo tanto era una persona que cuando algo de verdad le apetecía, lo hacía sin siquiera preguntarse el por qué, sencillamente porque tenía ganas. Al mismo tiempo, al personaje le tocó vivir situaciones donde le mandaban hacer cualquier cosa, como ir a la guerra, por ejemplo y sin cuestionarse ni siquiera preguntarse por qué, las hacía, y las hacía sin ningún tipo de rencor hacia nadie. Este es el tema que quiero tratar hoy, en el sentido de que ahora nos ha tocado vivir esta situación de película. Desde el primer día han habido muchísimas críticas, que no digo que no tenga que haberlas, han habido muchísimos momentos que evidentemente nadie desearía haber vivido, pero yo creo que nos toca ser un poco «la versión de Forrest Gump más sumisa», aunque no es la parte que a mí personalmente más me gusta del personaje, pero reconozco que a veces por fuerza mayor o por situaciones como la que estamos viviendo creo que sería una buena solución, ser esa parte del personaje. Después ya llegará el momento de criticar, de analizar lo que se ha hecho bien, lo que se ha hecho mal, de pedir responsabilidades si las hubiera, pero desde luego pienso que para salir de esto, los enfrentamientos que estamos viviendo políticamente son de vergüenza ajena.

Mientras la gente está preocupada de su futuro a nivel profesional, a nivel económico y social. Algunos representantes políticos se dedican a tirarse los trastos a la cabeza, sin aportar ningún tipo de solución a los problemas que realmente preocupan a la mayoría de la sociedad. En mi humilde opinión, ahora son las autoridades sanitarias, las que por decirlo así, tienen que trazar los movimientos que hay que seguir, y aunque no nos guste, tendríamos que acatar sus propuestas, ya que al final estamos hablando de nuestra propia salud y nuestra vida, que es lo que más nos debería preocupar.

Fernando Mallén – CHA Cretas