El pasado miércoles se debatía una moción en el Congreso de los Diputados sobre la necesidad de un Plan Especial para la Recuperación de España, y más concretamente para la España de las oportunidades, la nuestra. Un texto que fue apoyado por el Partido Popular porque las medidas que se demandaban en ella resultan ser justas y necesarias para el desarrollo económico y social de la provincia de Teruel.

El Partido Popular volvió a reafirmar nuestra voluntad de seguir tendiendo la mano para trabajar junto al Gobierno en la reconstrucción de la España de las oportunidades, la de nuestros territorios, a pesar de la descafeinada moción en apoyo de nuestros territorios. Una iniciativa que en principio salía a la luz con optimismo pero que, a medida que pasaron las horas y fueron incluyéndose enmiendas de los diferentes grupos parlamentarios, resultó ser una mera exposición de ideas sin compromisos, sin partidas económicas y sin plazos concretos.

En ella, quedaron claros tresaspectos esenciales:
El primero, que el Gobierno de España no tiene la intención de llegar a ningún acuerdo para la firma del Pacto contra la Despoblación, ya que fue el propio Grupo Socialista quien dilapidó la fecha establecida inicialmente de tres meses para la rúbrica de ese texto.

El segundo, que el establecimiento en el mes de julio de la mesa de negociación bilateral España-Cataluña es el ejemplo claro de que, hoy, el Ejecutivo de Sánchez está más por la labor de complacer a otros territorios que de formalizar un acuerdo con la España despoblada.

Y el tercero; si de verdad el Gobierno de España no quiere perjudicarnos como provincia, lo que debería impulsar es la firma inminente del Fondo de Inversiones de Teruel. Estamos a 26 de junio y sigue sin haberse realizado ese trámite fundamental para impulsar el desarrollo de los 60 millones de euros previstos para este año.

La realidad es clara. Quienes pensaban que no iban a ser engañados por Sánchez y sus socios de legislatura, empiezan a reconocer que no se van a cumplir las promesas formuladas a cambio de su voto. Por ello precisamente, la sociedad turolense está comprobando que nada ha mejorado nuestra provincia desde que, el pasado 5 de enero, fue investido presidente el dirigente socialista.

La crisis del Covid-19 es cierto que ha acelerado la gravedad del asunto, pero ya comienzan a verse que los acuerdos de investidura son papel mojado.

Alberto Herrero – PP Calanda