En las últimas semanas asistimos a manifestaciones de agricultores y ganaderos de todo el país, que protestan por la situación que atraviesa la profesión y por el hartazgo de años de promesas políticas con las que no mejoran las condiciones necesarias para consolidar el futuro del sector, que en la actualidad sigue siendo incierto.

Sé bien de lo que hablo no sólo por mi propia casa, agricultores y ganaderos, sino también por mi trabajo, donde llevo más de dos décadas haciendo la PAC y por eso puedo trasladar de manera consciente la falta de expectativas que siente el sector. Y es muy importante que la gente de los pueblos seamos partícipes de esta preocupación, puesto que su futuro está estrechamente ligado al de nuestras poblaciones, donde agricultores y ganaderos asientan población, son fuente de trabajo y suponen una buena parte de nuestros pobladores.

En nuestra provincia de Teruel, la falta de relevo generacional en agricultura puede acelerar el grave problema de despoblación que ya sufrimos. Muchos jóvenes no quieren quedarse porque conocen de sobra lo que sucede y son muchos los que buscan otras alternativas.

La realidad es que cada vez es más complicado trabajar en el sector. Algunas condiciones de la PAC son un sinsentido, la burocracia se amplía, se ha informatizado cada paso que hay que dar, las exigencias legislativas se van endureciendo cada vez más, la competencia que sufrimos con productos de otros lugares es desleal, la subida de los gastos es desmesurada,… En la ganadería cada vez es más difícil trabajar, casi no hay ganados ya,…

Sin agricultores y ganaderos, nuestros pueblos desaparecerán. Estamos con todos vosotros

Maribel Oliveros. Teruel Existe / Berge