La Cofradía de San Cristóbal de Caspe volvió a vivir su patrón tras tres años sin celebrarlo. Para ello todo el fin de semana ha estado cargado de actos. El viernes comenzó con el pregón y la presentación de la reina y las damas de San Cristóbal. La jornada del sábado, por su parte, contó con juegos infantiles, el chupinazo junto al tradicional baño de espuma y una verbena por la noche. El domingo fue el día grande para la Cofradía, ya que se celebró la misa en honor al patrón y se llevó a cabo la bendición de los transportes en la Plaza Aragón. Además, en este acto, la junta quiso homenajear al Paco Fillola, miembro de la Cofradía fallecido la semana pasada. Por ello, colocaron su coche de carreras junto al párroco y las reinas durante la bendición. Además, sacaron al Santo en la tradicional camioneta de Fillola, en la que solía salir anualmente la imagen.
Finalmente tuvo lugar la comida de la hermandad en la que se reunieron todos los miembros de la Cofradía y se procedió a la entrega del Volante de Oro a Rafael Sánchez y el de Plata a Daniel Tobeñas.
Caravana de vehículos hasta Pueyos en Alcañiz
La palabra ganas fue la más repetida en la jornada dominical en Alcañiz, la segunda de actos para la asociación alcañizana pero la más especial por coincidir además este año con el mismo de San Cristóbal. Los transportistas alcañizanos retomaron su programación habitual y el domingo a las 9.30 partieron desde el monolito junto a la Venta de la Panolla hacia el casco urbano. Camiones, autobuses, furgonetas y coches realizaron todo el recorrido haciendo sonar las bocinas hasta llegar al Santuario de Pueyos. Allí, tras la misa en el templo, el cura realizó la bendición de todos los vehículos aparcados en la explanada. Fue rápida esta vez, ya que las agendas festivas se aprietan tras dos años en blanco y al cura le esperaba otra celebración más.
La bendición pasó por todos y la rapidez se quedó en una anécdota para los congregados, un buen número de familias que se acercaron a disfrutar de nuevo de un almuerzo en unión que repartió la junta de la asociación, así como de los hinchables para los más pequeños que también volvieron a la explanada. «Ya el sábado con las actividades en el recinto ferial se notó que la gente tenía ganas de juntarse de nuevo y en Pueyos, lo mismo porque han subido más vehículos que en otras ocasiones», valoraron Mª José Tomás y Roberto Foz, dos asociados alcañizanos. Con el almuerzo en Pueyos se despidieron hasta el próximo año.
Pan bendito y ramilletes de lavanda en Valderrobres
En la capital del Matarraña decenas y decenas de vehículos fueron de igual manera bendecidos durante la mañana del domingo en el cruce de la carretera de Fuentespalda. Justo allí, como viene siendo habitual, se colocó la imagen del Santo tras la misa y procesión y los mayordomos asistieron al Padre Orlando para llevar a cabo la bendición. En Valderrobres los encargados de la organización de la fiesta son los ocho integrantes de la Comisión de San Cristóbal, conformada cada año por cuatro parejas de la localidad. Fueron los responsables de preparar la celebración, y también de entregar a cada conductor un ramillete de lavanda atado con una cinta verde alusiva a la fiesta y unas pequeñas bolsas con pan bendito a cambio de un donativo.
Por la travesía, donde la Comisión instaló una carpa para soportar el intenso sol, pasaron desde turismos hasta furgonetas, además de bicis, motos, quads e incluso vehículos clásicos. El agua bendita sorprendió incluso a algún turista que no había tenido en cuenta la celebración a la hora de pasar por Valderrobres y que acabó por honrar también al Santo para que le protegiese durante su viaje.
Bendición en Andorra
También en la localidad de Andorra, los vehículos recibieron la bendición del párroco para que el Santo de los conductores los proteja. Los vecinos sacaron a San Cristóbal en procesión y la banda de música acompañó el acto.