La ola de calor que asola el territorio bajoaragonés se cuela también en las aulas de los colegios e institutos, que han llegado a superar los 34ºC durante el horario lectivo, cuando la normativa laboral establece que no deben sobrepasar los 27ºC. Es el caso del CEIP Juan Lorenzo Palmireno de Alcañiz, donde para combatir el calor han colocado ventiladores en todas las clases y algunas de las lecciones han pasado a darlas bajo la sombra de los árboles del patio. Durante los recreos, los docentes procuran que los alumnos se mojen con el agua de la fuente.
También en el CEIP Concepción Gimeno (anteriormente, Emilio Díaz) de la capital bajoaragonesa se ha valido de ventiladores en algunas de las aulas para sobrellevar las altas temperaturas. La intención del colegio es comprar un aparato para cada clase. Además, en Educación Física han cambiado algunos ejercicios por juegos de agua y durante los recreos, además de no dejar que nadie se ponga al sol, han prohibido jugar al fútbol. Por su parte, el Colegio San Valero-Escolapios de Alcañiz ha refrescado las horas del recreo dándole pistolas de agua a sus alumnos.
Donde también «hace mucho calor y la temperatura en las clases es alta» es en el Colegio Público Luis Turón de Híjar, según ha contado su jefa de estudios, Toñi Gutiérrez. La localidad del Bajo Martín llegó a alcanzar este miércoles, a primera hora de la tarde, los 42,2º C. En este centro, los profesores rocían con pulverizadores un poco de agua a los alumnos y les dan abanicos de papel.

También en el CEIP Compromiso de Caspe han implementado medidas esta semana para paliar los efectos del calor, un fenómeno, que más allá de esta ola, «siempre merodea por el centro a final de curso». El director del colegio, Jorge Revilla, ha explicado que «buscan la hidratación constante» y, por tanto, los docentes supervisan que todos los pequeños beban agua continuamente a lo largo de la jornada escolar. También «se limitan mucho» las clases de Educación Física –y todas las actividades físicas en general-, y se cambian por juegos «más tranquilos» que no implican tanto movimiento. Además, en las horas de descanso no dejan que los alumnos estén a plena luz del sol. «En vez de usar el campo de futbol, les damos una pelota para que jueguen en la sombra», ha matizado Revilla.
Otra medida diaria, es ventilar las aulas en cuanto llegan por las mañanas, ya que no disponen de ningún dispositivo de aire acondicionado o ventiladores. «Abrimos las ventanas a primera hora, ya que no podemos dejarlas abiertas por las noches para evitar el riesgo de robo», ha explicado Revilla. La acción de ventilar las clases se repite en el resto de centros del territorio bajoaragonés, siendo en algunos de ellos la única decisión tomada para combatir el calor estos días, ya que las temperaturas no son tan elevadas.
Es el caso del IES Pablo Serrano de Andorra, donde «no hace tanto calor y se puede aguantar», de acuerdo con la directora del centro, Carmen Cortés. «No hemos recibido ningún tipo de queja ni por parte del alumnado, ni por el cuerpo docente», ha puntualizado. La única medida llevada a cabo ha sido cambiar a los alumnos a los que les daba el sol directamente, a las clases de los estudiantes de 2º de Bachillerato que ya han terminado el curso.
Fiestas de fin de curso
Con la llegada del fin del curso escolar, los padres también están preocupados por las condiciones en las que se van a celebrar las fiestas de despedida estos próximos días. Para aquellas que sean al aire libre, se recomienda usar ropa ligera, no apretada, de colores claros y preferentemente de algodón, evitando las pendas sintéticas; utilizar sombrero o gorra para protegerse del sol; y usar protección para los rayos solares 30 minutos antes de salir de casa y repetir la operación a menudo. Además, es necesario beber agua de forma constante sin esperar a tener sed y es preferible evitar las comidas calientes o pesadas y las bebidas alcohólicas. En cuanto a los más pequeños, hay que procurar que estén en la sombra, y que realicen actividades más relajadas o juegos de agua, como las pistolas de agua, para refrescarse.
Ante las elevadas temperaturas que se están sufriendo en muchas aulas aragonesas, la CGT, segundo sindicato en implantación en Educación, exigió este miércoles cerrar las aulas hasta la semana que viene para «evitar situaciones de riesgo para la salud». Sin embargo, la DGA reiteró que no contempla esta suspensión y que los colegios están aplicando «medidas» para paliar el calor.