Con la sustitución de la cubierta comenzará la rehabilitación del edificio municipal de usos culturales en Samper de Calanda. El local ubicado junto a la iglesia será sometido a una reforma que arrancará con estos trabajos que han salido a licitación. Las empresas disponen hasta el día 6 para presentar ofertas. El plazo de ejecución es de 45 días y ajustado a la ayuda concedida en el FITE de 2019.
Esta que consideran la primera fase supone una inversión de unos 119.000 euros. El grueso de los trabajos se centrará en la cubierta de un edificio que data de 1962, por lo que presenta un estado de avanzado deterioro y algunas chapas llevan tiempo hundidas. Está fabricada en fibrocemento y contiene amianto. En las bases del proyecto se recogen las especificidades para su manipulación y retirada. Además de la cubierta, se limpiarán los interiores para dejarlo saneado de aguas pluviales y libre de entrada de animales. «Con este paso ya podremos continuar con la rehabilitación. La intención es no parar y así como podamos económicamente y otro tipo de ayudas institucionales que puedan llegar por otro lado, queremos su completa restauración, uso y sostenibilidad», ha dicho el alcalde, Alfonso Pérez.
Historia de Samper, un edificio querido
El edificio cerró hace décadas y dentro quedó una imponente sala de cine que se quiere reactivar. Además de acoger proyecciones, la sala también albergará eventos culturales de toda índole como charlas, presentaciones, representaciones teatrales o convenciones. «Queremos respetar la sala para este uso y en ese edificio vaya posiblemente también el museo municipal de la Semana Santa y por qué no, un bar-restaurante como ya funcionó en su momento. Podría encargarse una empresa o asentarse una familia», ha dicho Pérez.
Pasado mediados del siglo XX era el punto de encuentro en Samper donde los vecinos acudían al cine y a disfrutar del bar y su terraza. «Sigue siendo un edificio muy querido en Samper por toda la actividad que generaba. Todos hemos tomado un bocadillo de calamares allí y visto una película», ha añadido. Conocido popularmente como Focar, perteneció al Arzobispado hasta 2014 cuando el Ayuntamiento lo compró con intención de someterlo a una reforma y volverlo a poner en uso pero ya como propiedad municipal.