Crece la preocupación en las localidades que acaban de pasar los que debían ser sus días festivos por excelencia, pendientes de que no haya un repunte de casos de covid; y entre las que en estos días cogerían el testigo para honrar a sus patrones. Lo vivido en Ráfales es un ejemplo de lo que puede pasar con los excesos en los que no se cumplen las normas covid no solo por el brote de coronavirus sino por su derivada en el sistema sanitario, que en pleno verano con las cartillas triplicadas y parte de la plantilla de vacaciones no podría asumir una mayor carga de trabajo.
Los centros de salud del Matarraña ya se han unido para lanzar un mensaje después de lo acontecido en Ráfales: otro brote de grandes dimensiones en una población más grande les dejaría totalmente colapsados y sin poder realizar correctamente los rastreos y sin atender otras patologías. Alertan de que el Matarraña vive una «situación crítica» y de seguir así se podría alcanzar la «peor incidencia por covid de toda la pandemia».
«Ráfales lo conseguimos manejar haciendo un sobreesfuerzo con nuestros medios, con horas extras y la ayuda de personas que estaban de vacaciones pero si se repitiera en un municipio mayor no seríamos capaces de abordarlo y tendría consecuencias en la población, tanto para rastrear contactos y que no esparzan el virus por ahí como para atender a personas con otras dolencias», explica el coordinador del Centro de Salud de Valderrobres, Daniel Ferrer, quien destaca el gran sobreesfuerzo de su plantilla, de la que está «muy orgulloso».
Organizar el operativo para realizar más de 150 PCR supuso que el miércoles de la semana pasada Ferrer no pudiera pasar consulta en Monroyo y el pasado fin de semana tuvieron que regresar de sus vacaciones varios médicos para cubrir las guardias ya que los pueblos del Matarraña se encuentran con más población-se triplican las cartillas sanitarias en verano-y, por ende, más urgencias.
Con la prohibición regional de organizar festejos y los pueblos abarrotados, los ayuntamientos optan por organizar actos culturales con aforo, distancia de seguridad y la prohibición de quitarse la mascarilla. Sin embargo, detrás de estas actividades se suceden los encuentros en domicilios o en peñas (no deberían abrirse) sin mascarillas y con más personas de las permitidas. Esto complica los rastreos por el alto número de contactos y porque muchas personas siguen ocultando todas sus relaciones para que sus allegados no pierdan días de trabajo. «Que no nos mientan porque lo detectamos enseguida. Por favor, que sean transparentes porque eso lo que provoca es que haya personas que pueden estar expandiendo el virus en sus casas y puestos de trabajo», ruega el coordinador del Centro de Salud de Valderrobres.
Una gran localidad del territorio que celebraría en estos días sus patronales, Híjar, ha distribuido un bando en el que hace un llamamiento a la responsabilidad de todos para evitar celebraciones o reuniones multitudinarias, que «solo pueden conducir a un aumento del número de casos en nuestro pueblo». «Por el bien de todos seamos responsables y evitemos situaciones que además de estar prohibidas, y por tanto acarrear multas, pueden conducirnos a aumentar los contagios, con el riesgo que ello conlleva para todos nuestros vecinos», afirma su alcalde, Luis Carlos Marquesán, en el bando.
Después de lo ocurrido en Ráfales los centros de salud de Valderrobres y Calaceite hablaron con el presidente de la Comarca del Matarraña, Rafa Martí, con quien mantienen un contacto constante, y organizaron una reunión con todos los alcaldes en la que acordaron alertar a la población a través de cinco recomendaciones a las que están dando difusión a través de los perfiles en redes sociales y en el ebando de las localidades de la comarca.