Un centenar de estrellas con mensajes navideños hermanan estos días a Bordón (Maestrazgo) con la localidad castellonense de Forcall. En ambos municipios, se ha creado un firmamento solidario por el alzhéimer gracias a un taller en el que han participado vecinos de todas las edades. El grupo de acción solidaria «Còdols por el alzhéimer» -creado por la familia de Pepe Carbó tras diagnosticarle la enfermedad-ha impulsado la iniciativa. Bordón es el pueblo de su mujer, Carmen Santamaría, y Forcall, la localidad dónde trabajaba de secretario en el ayuntamiento.
«Nuestro objetivo era exclusivamente dar visibilidad a la enfermedad y crear un entorno inclusivo alrededor de las personas que conviven con ella», explica Pilar Santamaría, hermana de la mujer de Pepe. Tanto ella como Carmen ya han organizado con anterioridad otras iniciativas como mercados solidarios para recaudar fondos para la investigación del alzhéimer. De hecho, el nombre de la asociación, còdols, hace referencia a las piedras de río -pintadas por ellas mismas con diferentes temáticas, como el sol de la bóveda de la iglesia de Bordón- que venden en estos mercados.
«Aunque pueda parecer que fue una pequeña actividad entre las muchas que se realizan estos días, pensamos que va mucho más allá por la importancia que tiene desestigmatizar las enfermedades mentales y en especial el alzhéimer por su dureza y porque cada día afecta a más población y cada vez más joven», explica Pillar. En los talleres, además de crear una felicitación conjunta -que ya forma parte del decorado navideño de ambos pueblos- los asistentes pudieron realizar estrellas de origami 3D para sus árboles.
Para visibilizar la enfermedad entre los más pequeños, los voluntarios de «Còdols por el alzhéimer» han hecho varios talleres en las escuelas. «Hemos estado en el CRA de Castellote y el CRA Els Ports de Forcall, que tiene tres aularios (Forcall, La Mata y Olocau). También en la escuela unitaria de Olocau y, por supuesto, en la escuela de Bordón, que fue el primero que hice. Les llevé un abecedario de «còdols» pintado. Y las letras que componen la palabra alzhéimer estaban en color lila, que es el color de la enfermedad. Los maestros valoraron mucho el proyecto y vieron que más allá de visibilizar la enfermedad es una herramienta útil para que los niños aprendan de manera lúdica a componer palabras», recuerda Pilar. Además, el pasado mes de mayo celebraron la «Marcha solidaria de los 100 soles».