Sobre industria, cultura, costumbres o dedicadas a personajes ilustres. A cubierto o al aire libre, la oferta de museos en el Bajo Aragón Histórico es tan amplia que requiere de una planificación y, sobre todo, de tiempo. Ir sin prisas y con los cinco sentidos bien disponibles porque, a veces es precisamente lo más cercano lo más desconocido. Calanda, Alcorisa, Mas de las Matas y Fayón son algunas localidades que se han sumado a organizar actos especiales entre este jueves 18 y el sábado 20.
Son días de celebrar porque en 1977 el Consejo Internacional de Museos (ICOM) estableció el 18 de mayo como el Día Internacional de los Museos. Este día comprende también el concepto espacio expositivo, ya que es precisamente en el medio rural, donde el modelo sale de un edificio cerrado.
Estos espacios son la única máquina del tiempo disponible y ofrecen además un abanico amplio de épocas a las que viajar. El paseo puede ser por la Guerra Civil en el Ebro en Fayón o en las Carlistas en el Maestrazgo. Es posible pasear entre íberos y romanos o por la minería o el aceite. La Ruta de los Íberos del Bajo Aragón comprende once centros de interpretación en once poblaciones, y yacimientos tan importantes como el Cabezo de Alcalá en Azaila; o los tres que se siguen estudiando en el término municipal de Alcañiz como son El Palao, El Taratrato o El Cascarujo. Por su parte en Alcorisa, este año se conmemora el cuarenta aniversario del descubrimiento del kalathos, una singular vasija hallada en La Guardia.
A la grandeza de este territorio contribuyen sus hijos más ilustres. Grandes genios vinieron a este mundo en pueblos del Aragón rural como es Calanda con Luis Buñuel, Crivillén con Pablo Serrano o Maella con Pablo Gargallo. En Calaceite, el Museo Juan Cabré de cuya gestión se ocupa el Gobierno de Aragón, homenajea al arqueólogo Juan Cabré con una exposición permanente. La labor de la ceramista Teresa Jassà también está reconocida.
Valderrobres sumó más encantos si cabe a su ya atractivo monumental con la reivindicación de la figura de Elvira de Hidalgo, maestra de María Callas. De grandes voces es esta tierra que vio nacer a José Iranzo. El Pastor de Andorra tiene su museo en la villa, además de decenas de discípulos en un tiempo además en el que la jota aspira a ser patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

La infancia del siglo XIX
Uno de los espacios más específicos y que dan un plus de diferenciación al territorio es el Museo de Juguetes de Urrea de Gaén. Alberga una colección que da una idea de lo que era el entretenimiento en la infancia del siglo XIX. Las casas de muñecas hechas a mano destacan por sí mismas en un espacio en la calle San Roque que emociona a los mayores y sorprende a los niños de ahora. Este viaje puede continuar por los modelos de vida de los bajoaragoneses del siglo XX. Para este fin de semana está prevista su apertura el sábado 20 de mayo de 19.00 a 21.30, y el domingo 21 de 11.00 a 14.00. Muy cerca, en Albalate del Arzobispo, el Museo de la Cultura Popular es uno de los espacios más completos y menos conocidos por el gran público. El pueblo sumó en pandemia una visita a bodegas rehabilitadas, un trazado urbano que revela la historia local.
En Alcorisa está el Museo de la Escuela Rural de Teruel, una impresionante iniciativa que sigue sorprendiendo a quien lo visita. Comparte edificio con el Centro de Interpretación de la Semana Santa y el de la Ruta Íbera y se suman este jueves 18 a la fiesta en su misma sede en la iglesia de San Sebastián. A las 17.30 habrá una merienda de pan con chocolate para el público infantil que asista a los actos. A las 18.00 las personas que se animen leerán una poesía, tanto propia como las que están ya preparadas. Debe versar sobre la escuela, la infancia o el paisaje rural. También se leerán poemas enviados por miembros de la Asociación Aragonesa de Escritores. Las lecturas tendrán el acompañamiento musical del alumnado de la Escuela Municipal de Música.
Respecto a los modos de vida, Valdealgorfa dedica otro de los grandes espacios a uno de los bajoaragoneses más ilustres como es el boticario José Pardo Sastrón. La joya es la sala dedicada a la indumentaria, otro lugar que marcan la diferencia y suponen otro atractivo del territorio. Las telas, tejidos y combinaciones de ropa cuentan la historia de una sociedad y ahí está el relato desde el siglo XVIII hasta principios del siglo XX.
Un buen complemento a esta incursión en la vestimenta es el relato del día a día y la vida laboral en la trilla o la siega. En Peñarroya de Tastavins lo cuentan en una vivienda en la que a lo largo de nueve salas se reparte el llamado Museo Etnológico lo Masmut. La casa conserva buena parte de su estructura, por lo que no resulta complicado sentirse como un vecino del Matarraña de finales del XIX y comienzos del XX.
Buena parte de esta actividad en el campo estaba encaminada a la generación de aceite y muchos siglos antes.
Quedan almazaras y molinos en varias poblaciones que se pueden visitar. Algunas como La Cañada de Verich o Jaganta, que ofrecen una experiencia de lo más completa y además didáctica. En estos espacios se pueden conocer los mecanismos y todo el proceso de elaboración de uno de los productos estrella. En el último año se han reforzado estas visitas con la catalogación de oliveras centenarias que se están valorizando a través de rutas que abarcan varias poblaciones del Bajo Aragón como La Codoñera o Belmonte además de las mencionadas.

El agua es otro rico patrimonio que ha dejado obras hidráulicas por muchos pueblos. Obras necesarias para el riego y el día a día de la sociedad. En Mas de las Matas convirtieron este recurso en la ruta del agua que se puede recorrer cómodamente y completarse a través de las explicaciones a las que se accede desde los códigos QR. La ruta del agua es una de las ofertas del Mas, donde varios museos convergen en la misma localidad. La Casa Feliú no deja indiferente en ninguna de sus plantas entre los yacimientos arqueológicos y de la época de los dinosaurios y el colofón con el Regreso del Comendador. En el molino harinero se reparte toda la maquinaria de uno de los centros más interesantes y que tuvo un papel destacado hace siglos.
Es en el molino harinero donde se desarrollarán las actividades por el Día de los Museos. El día 20 habrá dos sesiones de ‘Relajación en el museo’ a cargo de Cristina Barreda previa inscripción. El domingo 21 habrá jornada de puertas abiertas de 12.30 a 14.00 en el molino y en el museo.

Las huellas de las guerras
Las contiendas bélicas han marcado el devenir de los pueblos. De castillos y torreones estratégicos está jalonado esta Tierra Baja. En las sierras del Maestrazgo se han escrito muchas páginas de la historia. Fue un punto clave en las Guerras Carlistas y en torno a ello en Cantavieja se erigió un museo que bien merece una visita. Más cercana en el tiempo queda la Guerra Civil y parte de la Batalla del Ebro se libró en Fayón. A ello se dedica una recreación anual en julio, y un centro expositivo permanente todo el año. Aquí, los relatos audiovisuales se apoyan con piezas reales e incluso hay desplegado un campamento tipo. El sábado 20 de 18.00 a 20.00 se celebrará una jornada de puertas abiertas en este museo y en el dedicado a la obra pictórica de Mª Pilar Burgués. A las 18.30 se presentará un catálogo y la digitalización de la tesis sobre ella.
La huella de la guerra se puede ver también en Gargallo en el Centro de Interpretación de la Guerra Civil y Costumbres ‘Miguel Gargallo’. En Alcañiz, se puede ver el refugio antiaéreo con el que se recuerda el bombardeo de 1938, y localidades como La Cerollera o Dos Torres de Mercader, entre otras, han recuperado algunas trincheras en el monte.

40 años sin Luis Buñuel
En Calanda vio la luz del sol de invierno Luis Buñuel (1900-1983) y el 29 de julio se cumplirán 40 años de su muerte. Es una de las figuras más grandes y siempre tuvo a Calanda y al Bajo Aragón muy presente en su vida y en sus películas. El Centro Buñuel Calanda (CBC) se hizo realidad en el 2000, coincidiendo con el centenario de su nacimiento. Fue inaugurado por el entonces príncipe Felipe y entre los invitados estuvo Yoko Ono, la artista y viuda de John Lennon. Combina las tecnologías y lo virtual con documentación tangible del cineasta en un espacio tan surrealista como el propio homenajeado. El CBC se suma a la fiesta de los Museos y el mismo jueves 18 habrá jornada de puertas abiertas mañana y tarde, cuando se sumará también la apertura del Centro de Interpretación de la Semana Santa de Calanda. El viernes 19 a las 19.00 se proyectarán los ‘Documentales Lo Chapurriàu’ y se contará con la presencia del actor Ferran Rañé.
Todo en la Sierra de Arcos
De todo un poco puede verse en Andorra-Sierra de Arcos, una Comarca que canaliza toda la oferta en temáticas. Sentir la mina en las propias carnes es posible en el parque tecnológico MWINAS. El castillete se ve desde lejos y es la señal de que el espacio habilitado ahora como lugar de recreación y de historia es el antiguo Pozo San Juan. Allí el personal puede meterse en las entrañas del funcionamiento de la actividad minera, los talleres y desde luego, el ferrocarril. Es uno de los grandes atractivos como también lo es del Museo de Escucha, donde se puede experimentar cómo era bajar al tajo de carbón, o también lo es del Parque Minero de Utrillas, que sigue creciendo y que además de viajar en locomotoras como La Hulla pronto añadirá la visita al polvorín. El MWINAS es un espacio vivo que programa visitas guiadas, organiza actividades infantiles especialmente y que es punto de eventos como conciertos. Entre ellos, el prestigioso recital flamenco de la Lámpara Minera.

Parte de sus nueve pueblos forman parte del Parque Cultural del Río Martín, entre los que destacan Alacón, Oliete con su impresionante Sima de San Pedro, o Ariño, donde el centro de interpretación en es uno de los lugares a los que acudir y dejarse llevar por las explicaciones en los paneles y recreaciones. La experiencia se ha completado con la realidad aumentada que permite acceder más información haciendo un escaneo a las pinturas rupestres con el móvil. Ariño es subsede de Dinópolis con Valcaria. Por su parte, en Ejulve se puede visitar el centro de interpretación del Parque Cultural del Maestrazgo además del centro de interpretación de las masías. Estercuel con el museo del fuego en honor a su Santa Encamisada, y el Monasterio del Olivar, completan esta visita. Crivillén es de obligada peregrinación para conocer las calles en las que nació Pablo Serrano. A él se dedica un centro expositivo que se dinamiza con talleres, concursos, exposiciones y la Bienal de Arte. Mención aparte por su peculiaridad merece Alloza. El pueblo apostó hace años por convertir el paseo de su calvario -ya destacable en sí mismo- en el Parque Escultórico Los Barrancos al aire libre que va sumando obras.
Allende las fronteras bajoaragonesas
Visitar el Museo Provincia de Teruel es siempre un buen plan para contemplar parte de la historia de la provincia y vestigios que se guardan allí. Muy cerca del Bajo Aragón, otros tan peculiares como el Museo de las Momias de Quinto son otro motivo para hacer un alto en el camino en la localidad cualquier día en un viaje a Zaragoza. Aunque como sucede con todos, mejor planificar e ir con tiempo.
Nos estamos dejando los museos más importantes, los que están enfocados en la Semana Santa.
En Nonaspe hay un museo etnológico extraordinario y en Fabara está el museo de pintura Virgilio Albiac con mucha obra del famoso pintor y «La casa de los hierros», museo de pintura y escultura en hierro y madera.
de los museos viviremos