El potencial turístico del ciclismo unido al paisaje, la naturaleza y la tranquilidad del entorno rural está en auge. Tanto la capacidad del cicloturismo clásico como su auge vinculado a la bicicleta eléctrica, están abriendo un espacio de posibilidades amplísimo que en territorios como el Bajo Aragón histórico se lleva detectando desde hace años pese a los escasos esfuerzos inversores por su potenciación. Sin embargo, la pandemia ha motivado un auge del turismo de interior ligado al deporte, los espacios abiertos y el ciclismo cuya consolidación continúa una vez levantadas las restricciones del covid – 19. Más de tres décadas después de la retirada de las vías del tren a su paso por parte de nuestra tierra, continuamos sin ser capaces de dar salida a este espacio, que ni se ha desmantelado definitivamente ni se ha adaptado para otros usos. Comarcas como el Matarraña fueron pioneras en ver la capacidad de este tipo de turismo, caracterizado por un visitante respetuosos con la naturaleza, amante de la buena gastronomía, la salud y la calidad. Allí empezaron impulsando la vía verde Val de Zafán y comprobando el auge de este recorrido en su tramo tarraconense desde Tortosa. El Bajo Martín se unió a esta inversión adecentando su propio tramo. Y sólo la zona de Alcañiz sigue pendiente, tras años de quejas y reivindicaciones infructuosas. Parece que al fín, y si se cumplen los plazos previstos, en 2023 la adecuación a su paso por Alcañiz podría ser una realidad al fin y que sin duda alguna permitiría dinamizar el turismo rural de nuestro territorio. Además, el Bajo Aragón invertirá parte de un FITE de 200.000 euros en la señalización de rutas ciclistas en el Mezquín.

Sin embargo, el verdadero punto de inflexión para este tipo de turismo radicará en el proyecto Valfambra que prevé unir esa línea de tren que nunca llegó a funcionar, conectaría con la Val de Zafán, creando un corredor (vía verde o camino natural) que conectaría el Mediterráneo con Teruel, abriéndose así como referente nacional y europeo. DGA, tres comarcas (Bajo Aragón, Andorra Sierra de Arcos y Cuencas Mineras) así como ayuntamientos y diputación provincial trabajan con premura en un proyecto de más de cinco millones que optaría a los fondos europeos Next Generation. En esta apuesta global por el cicloturismo internacional trabaja el departamento autonómico de José Luis Soro (Vertebración Territorial) para que la ruta Eurovelo europea atraviese Aragón. Si todos los esfuerzos suman en la misma dirección, con la participación de agentes sociales y políticos locales, se garantizará un éxito que sólo puede redundar en un importante cambio de paradigma para nuestro territorio hacia un turismo sostenible de calidad.

Editorial.