Estamos de suerte en Calanda, ya somos un pueblo pionero en la lucha contra el atragantamiento. Y no es que nos lo tomemos a broma, que un atragantamiento puede ser algo muy serio. Pero es chocante que nuestro pueblo quiera ser bandera de esto. Y ahí está nuestro alcalde, cual presentador de teletienda haciendo publicidad de un aparatito caro, de una empresa privada y lo más importante, pendiente de estudio de su efectividad médica y sus efectos secundarios. No sólo de gobernar vive un alcalde, son los nuevos tiempos.

¿Será que el espíritu surrealista de nuestro genial Luis Buñuel flota en el ambiente? Solo así tendría explicación que en el Ayuntamiento se tomen decisiones sin pasar por Junta de Gobierno, se asignen obras y trabajos a todo el séquito de amiguetes y simpatizantes, se dispare el dispendio en gastos protocolarios y de «bien quedar», hacer uso de dinero de las arcas municipales a pesar del informe negativo de la secretaria o la visita oficial de un no-embajador… Esto sí es serio. Para el PSOE de Calanda pensamos que no es la mejor manera de gestionar el ayuntamiento, y así lo haremos saber. Esperemos que a los calandinos y calandinas no se le atragante esta situación.

Raquel Palos PSOE Calanda