Nos encontramos a mitad de julio e inmersos en la quinta ola, los casos de coronavirus no dejan de subir, y especialmente en nuestra zona nos está afectando gravemente, y la llegada de las nuevas variantes no está ayudando a mejorar la complicada situación en la que nos encontramos.

La mayoría de los nuevos focos están saliendo entre la gente joven, pero también hay que recalcar que son los únicos que se encuentran sin vacunar, y también decir que no solo se contagian los que hacen fiestas y no cumplen las normas, las cuales tenemos que denunciar e intentar que no se repitan mientras nos encontremos en esta situación tan delicada. También se dan los casos en los lugares de trabajo, ya que muchos están expuestos sin ninguna dosis de la vacuna todavía.

En mi opinión, una decisión precipitada fue quitar el uso de las mascarillas sabiendo que en verano hay mucho más movimiento entre comunidades y países y la quinta ola ya estaba al acecho, y aún quedaba gran parte de la población sin vacunar.

Otro sector que sigue sufriendo los estragos de esta pandemia sigue siendo la hostelería y restauración, ya que cada muy corto plazo de tiempo les cambian las restricciones en cuanto a horarios, aforos, etc. y en situaciones se han encontrado perdidos y sin saber que hacer ya que los altos mandos no se ponían de acuerdo, como por ejemplo pasó aquí en Aragón hace pocos días, que no decían nada en claro y se quedaron en ascuas esperando a ver en qué quedaba la disputa entre el TSJA y la DGA. Especialmente en los pueblos, la gran mayoría de hosteleros viven del verano, y para mi son los grandes afectados y los que están pagando en gran parte el continuo cambio de normas.

Vamos a ser conscientes de la situación en la que nos encontramos y vamos a intentar frenar esta nueva ola, pero eso solo puede ser posible con la colaboración de todos.

Saúl Riba. PAR Mas de las Matas