Os habéis dado cuenta ya del maravilloso mundo nuevo que vamos fraguando? Aquel en que todo el mundo, todo el rato, se cree que tiene razón.

Estaba en un taxi montado, rodando sobre las abrasantes calles de Managua capital de Nicaragua, el taxista vio mi aspecto europeo y entablamos conversación, faltaban unos días para que los británicos votaran sobre el bréxit y el taxista me preguntó que creía que iba a pasar, me acuerdo que entonces solté toda la retahíla de tópicos que entonces eran dogma respecto al tema: «votarán seguir en Europa, llevan ventaja en todas las encuestas, además saben que será un golpe económico y les están asustando y votarán seguir en la Unión Europea» recuerdo como el taxista me dijo que no, que iban a votar irse.

No puedo presumir de muchas cosas, pero si me cercioro de tener buena memoria y os aseguró que antes del Bréxit mi respuesta al taxista era el pronóstico de casi todo el mundo, después, a toro pasado, por supuesto surgieron en avalancha los «yo ya lo dije» pero la verdad es que antes muy pocos lo predijeron, igual que lo de Trump o que Colombia votará no al acuerdo de paz.

Con mi condescendencia clasista quise pensar que el pobre taxista no sabía de lo que hablaba, si total lo más cercano que había visto a un británico era el dibujo de las botellas de Johnnie Walker…pero no, el tipo tenía razón.

Cuento todo esto a raíz de que el hombre al menos me hizo dudar y dudar es sano.
Veo estos días confinamiento y crisis sanitaria, una avalancha pesada e intragable de reafirmaciones en las posiciones. La gente gasta el tiempo defendiendo o atacando al gobierno, a Amancio Ortega, al rey o a lo que se preste. Me apabulla y atemoriza tanta seguridad en lo que se dice, tanta creencia en lo que te pasa cualquier contacto o en lo que has visto en un programa o en una web ¡como si lo ves en doscientas! Con la cantidad de paginas o programas diciendo lo mismo y lo contrario.

No, no podemos saber todo lo que decimos, no disponemos todavía de elementos suficientes para emitir veredictos indiscutibles. Tengamos claro que sabemos muy poco, de lo que pasa y de lo que pasará. Tenemos la misma información repetida una y otra vez, pero interrogantes muy importantes siguen sin poder resolverse.

Desconozco mucho, pero sí veo que la humanidad afronta un reto como no se veía desde hace años y todavía hay demasiados golpes de pecho, demasiado sectarismo e insolidaridad, cuando hace solo unos meses tan listos que somos y tan seguros que estamos de todo, nos dicen que iba a pasar todo esto y nos hubiéramos reído en la cara del que lo dijera.

Prefiero dudar y me compadezco de los que tan seguros están de si mismos, pobrecicos que con lo listos que son, no son los reyes del mudo.

Suerte y sigamos las indicaciones, nos jugamos mucho.

Víctor Puch