La destrucción tiene ruido.

Ha venido un humano para recordarnos una vez más, al igual que lo hizo el virus, que las personas y la sociedad somos entes vulnerables.

Europa, símbolo de las «auténticas» democracias, de tierra de encuentro, de salvaguarda de los derechos humanos, debe plantearse cuáles son sus verdaderas fronteras para que eso siga siendo válido; y de serlo, para hacerlo extensivo a otras regiones-naciones del mundo. No podemos limitarnos a decidir en función de lo que consta en un papel. Las vidas de inocentes no pueden estar supeditadas a ningún tratado.

Abajo Putin, líderes mundiales, el poder!

La creación es silenciosa.

Se cumplen 2 años del «estado de alarma» provocado por la pandemia, y todas las limitaciones que ello conllevó. Día tras día, hora tras hora, informativo por aquí, noticiero por allá, hablaban de lo mismo. En muy poco tiempo se hicieron famosos un virus y un humano (este en el más amplio sentido de la palabra), Fernando Simón para más señas.

Tras muchas mascarillas, bocazas y vacunas, estamos aquí; no han habido catástrofes ni hundimientos sociales, como vaticinaban algunos agoreros. Esta sociedad, que construimos día a día entre todos, es como un auténtico organismo vivo que dispone de mecanismos de regulación cuando se ve atacado tanto por agentes externos como internos.

Durante este tiempo hemos aprendido a seguir unos consejos y a cumplir unas obligaciones (que conllevaban una limitación de nuestras libertades) para ser solidarios con los que no tenían opción, bien porque viven en un confinamiento permanente o por no tener la capacidad de disfrutar plenamente de sus derechos.

Podemos considerar que ha sido una etapa fructífera: el silencio del conocimiento, del crecimiento personal y colectivo, la atención plena. El observar/se, conocer/se, aceptar/se; el no juzgar. Empatía, como premisa indispensable para la solidaridad. Puro mindfulness. Fernando lo ha sido siempre, y estoy seguro que lo sigue siendo.

Cuando se cumplen 2 meses del fallecimiento de Thich Nhat Hanh, recordemos sus palabras: «La meditación no es evasión; es un encuentro sereno con la realidad.»

Deberíamos meditar más respecto a nosotros mismos y nuestro mundo-universo.

Aupa Fernando, el pueblo, el saber!

Un fuerte abrazo al pueblo ucraniano

Luis Gómez Borruey. Presidente del Ligallo de Redolada del Bajo Aragón-Caspe / Baix Aragó-Casp. CHA Caspe