Que la despoblación haya entrado, como dicen, en las agendas de algunos políticos que dirigen partidos nacionales ha hecho que se hable mucho del tema, haya estudios, jornadas y conferencias que buscan recetas mágicas.

Pero hoy quiero recordar una fórmula que la pusimos en marcha desde Aragón y que ha funcionado, con aciertos y defectos, pero han hecho que los municipios de Aragón tengamos más servicios y más oportunidades. Estoy hablando de la Comarcalización.

Este proceso laborioso de consenso y acuerdo que tras dos décadas de funcionamiento (los consejos comarcales del Bajo Aragón y Matarraña se constituyeron en Junio del 2002), es un ejemplo de muchas de las políticas que nos quieren vender como fórmulas mágicas. Y en el nacimiento de esta fórmula está el Partido Aragonés, que dio el impulso político y el fondo normativo al acuerdo.

Actualmente la comarca es una entidad local territorial, con capacidad y autonomía, con personalidad jurídica y competencias propias. Las comarcas han proporcionado un sentimiento de unión entre sus pueblos, consiguiendo muchas cosas al estar juntos. «Solos podemos hacer poco, juntos podemos hacer mucho».

Gracias a su cercanía, su funcionalidad y la adaptación al territorio es la entidad que más puede contribuir a subsanar las carencias de estos pueblos pequeños, con escasa población y una densidad poblacional muy baja y así contribuir al bienestar y a elevar la calidad de vida de los ciudadanos.

En el área de deportes se hacen actividades anuales para todas las edades como: atletismo, kárate, marchas senderistas, festivales, psicomotricidad, yoga, kárate, patinaje, pilates, aguagym, , riu a léstiu, etc…

En el área de turismo se realiza un gran abanico de actividades, tradiciones y experiencias en turismo cultural, familiar, ecuestre, gastronómico, etc…

En la comarca también se lleva a cabo la prevención y detección de situaciones de necesidad personales y comunitarias, el asesoramiento y apoyo en la inserción laboral, acompañamiento técnico en proyectos empresariales, información sobre ayudas y subvenciones, viabilidad técnica, económica y financiera.

¡En fin, las comarcas se identifican por su implicación en la prestación de servicios a la comunidad!
Ahora nos toca revisar el futuro para atender cada día mejor a los municipios y a los que buscan recetas mágicas contra la despoblación pedirles que nos pregunten y tengan en cuenta nuestra opinión.
«Seremos tan fuertes como unidos estemos y tan débiles como divididos estemos».

Carmen Agud. PAR Fuentespalda