El 12 de junio de 1987 el entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan visitó Berlín y a 500 metros de la puerta de Brandemburgo en una tribuna ubicada en el lado este de la ciudad, pronunció su famoso discurso: «Secretario general Gorbachov: si usted busca la paz, la prosperidad para la Unión Soviética y para la Europa del Este, si persigue la liberalización, venga a esta puerta, ábrala, derribe este muro». Como intuirán, la guerra de bloques estaba en su máximo apogeo, y el proyecto Europeo era un proyecto en constante crecimiento no exento de dificultades internacionales.

De manera paralela, el 17 de junio del mismo año se inició el programa Erasmus creado en un primer momento como un programa de intercambio dirigido a estudiantes universitarios interesados en aprender y enriquecerse estudiando en el extranjero. Este programa piloto cosechó un notable éxito y las cifras avalan el impacto en toda la ciudadanía de la Unión Europea desde entonces: 9 millones de personas movilizadas entre estudiantes universitarios jóvenes, estudiantes de formación profesional, personal docente y animadores juveniles y voluntarios europeos.
Treinta y dos años años después de su lanzamiento el programa Erasmus superado con creces los objetivos previstos inicialmente y ha podido crear una potente identidad ciudadanía Europea, tanto a nivel académico como en otras facetas personales. Quienes hemos tenido la fortuna de poder experimentar ser parte de la comunidad Erasmus nos damos cuenta que Europa es plural, rica, variada y un espacio de oportunidades y de paz y sus cimientos se fundamentan el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea: «La Unión se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de derecho y respeto de los derechos humanos».
Quizás Europa la intuyamos lejos desde nuestra provincia, pero está más cerca de lo que pensamos. El proyecto Europeo nos da la oportunidad de formarnos, crecer, trabajar y desarrollarnos personalmente y profesionalmente en un espacio común compartido que ha costado mucho crearlo. Como expone la presidenta electa de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, de vez en cuanto hay que parafrasear a John F Kennedy y plantearnos no tanto que hace la Unión Europea por nosotros sino también qué podemos hacer nosotros por la Unión.

En momentos de crisis es relativamente fácil echar las culpas a agentes externos de Bruselas y evocar cantos de sirena vinculados a momentos pretéritos, pero las cifras y los datos demuestran el avance que supone la existencia de una comunidad Europea fuerte, sólida, cohesionada y diversa que crea en los valores de paz, solidaridad e igualdad entre los ciudadanos miembros, y precisamente el proyecto ERASMUS ha contribuido a alcanzar tal fin.
A pesar de los defectos, el proyecto Europeo es un proyecto que tiene mucho futuro y es tarea de tod@s construirlo, cuidarlo y consolidarlo. Aunque parezca a veces que Teruel y Bruselas son espacios lejanos cualquier estudiante, profesor o voluntario de nuestra provincia tiene la oportunidad de participar en un proyecto común Europeo en plena era de la globalización. Les aseguro que cuanto más viajas y conoces otros países, ciudades e incluso culturas, mas amas a tu país, provincia o ciudad. Solo tienes que proponértelo, Europa está al alcance de la mano.
¡Anímate a participar en Erasmus +, contacta con nosotros!

Jorge Abril – Maestrazgo Asociación Desarrollo (ADEMA) y Centro de Información Europe Direct (CIED Maestrazgo)