Muchas veces es la actualidad la que nos marca los temas sobre los que escribir en los artículos de opinión, y tristemente en esta ocasión así ha sido. La semana pasada conocíamos la noticia aparecida en La Comarca sobre una agresión sexual a una menor, vecina de nuestra localidad.

En primer lugar quería enviar a través de estas lineas mí apoyo y cariño a la víctima, a su familia y su entorno más cercano. También quería expresar, en nombre de mí grupo, nuestro máximo rechazo, repulsa y condena al agresor o agresores que protagonizaron este suceso.

Queda todavía mucho trabajo por hacer. Se debe seguir insistiendo en la sensibilización y prevención de cualquier tipo de violencia machista, porque somos conscientes de que es un problema social de primer orden que atenta contra la dignidad y la integridad física y moral de las mujeres.

La educación es básica para acabar con el machismo y con las agresiones sexuales que ocurren día a día en todas las partes del mundo. Hacer hincapié en la educación sexoafectiva, trabajar sobre los entornos familiares, educar en la igualdad de género, desarrollar proyectos preventivos y vigilar el consumo de pornografía, son las bases para evitar potenciales agresores.

Continuar con el fomento de la sensibilización hacia toda la ciudadanía de que el respeto y la libertad en igualdad deben ser pilares fundamentales en la construcción de nuestra sociedad.

Desde los Ayuntamientos y resto de administraciones se han de dotar, de forma decidida, de mejores medios preventivos referentes a este tipo de delitos. Se hace patente que también en el medio rural ocurren este tipo de agresiones. Se han de mejorar la coordinación con el resto de organismos, fuerzas y cuerpos de seguridad, personal médico y Servicios Sociales de las comarcas, para ofrecer una coordinación clara y segura en el caso de que se produjera algún hecho similar.

Con la unión y el trabajo conjunto de los colectivos feministas y de toda la ciudadanía conseguiremos erradicar estos comportamientos machistas rechazándolos tajantemente y de inmediato para que no se repitan más. Toda mujer debe poder vivir tranquilamente, asistir a cualquier tipo de fiesta popular o evento con plena seguridad y sin miedo.

Si nos tocan a una, nos tocan a todas.

Daniel Palomo. GANAR – IU Alcorisa