Ya ha llegado el mes en el que los pueblos notan una gran afluencia de gente por sus calles, veraneantes de toda la vida, turistas nuevos o simplemente gente de paso, que vienen a visitar y a disfrutar de todos los beneficios con los que contamos en el medio rural, esa tranquilidad que no se encuentra en las ciudades y que a los de aquí se nos altera un poco en estas fechas, pero aún así estamos encantados de recibirles.

Lo que tienen que entender es que aquí hay unas normas diferentes a las de la ciudad, y que hay que respetar para que la convivencia sea de agrado para todos.

Por ejemplo, en los pueblos tenemos días y horarios concretos para tirar la basura, ya que el camión de recogida pasa unos días determinados y así evitamos esos malos olores que se crean cerca de los contenedores, horarios que se amplían en época estival, ya que hay más gente que de normal.

También hay que entender que los establecimientos locales tienen unos horarios, que la mayoría son autónomos y también tienen derecho a descansar, no se pueden permitir el lujo de tener el establecimiento abierto las 24 horas al día los siete días de la semana como muchos están acostumbrados en la ciudad.

Otro asunto, y este si que es más serio, es que no pueden llegar estos meses y que las calles de los pueblo se llenen de excrementos de perros, ya que estoy convencido de que donde viven los recogen, ya sea por miedo a la multa o por vergüenza si los ve alguien, pues aquí tendría que ser igual, ya que es vergonzoso y asqueroso. No puede estar el pueblo limpio durante todo el año y llegar el verano y que pase esto.

Otro tema es el de los aparcamientos, no se puede aparcar en el primer sitio que te venga bien, y esto no solo es para los de fuera, si no también para los propios habitantes habituales, que al haber más afluencia de coches estacionan sin pensar que puede molestar a la hora de pasar otros vehículos o hasta en un paso de peatones, que a estas alturas ya hemos visto de todo…

Y con esto dicho, vamos a respetar todas las normas y vamos a disfrutar de lo que nos queda de verano, que con todo lo que hemos pasado estos años atrás, nos lo hemos ganado.

Saúl Riba. PAR Mas de las Matas