Las primeras políticas del Gobierno de Aragón PP-VOX, ultraderechista y urbanita, están siendo muy poco respetuosas con el principio de igualdad, equidad y equilibrio territorial. Y esto, como socialista, me preocupa y mucho.

Como habitante de un pequeño pueblo de la provincia de Teruel, Mirambel, me siento engañada, defraudada, estafada y pisoteada por el aumento de la financiación únicamente a la capital de provincia, creando un agravio comparativo con los pequeños municipios el mundo rural.

No saben lo difícil que es conseguir que nuestros pueblos sean el mejor lugar para vivir, que nuestros vecinos tengan los mismos servicios que las grandes capitales y mejores oportunidades para que los jóvenes emprendan su proyecto de vida en el mundo rural.

Por ello es vital reforzar los mecanismos de financiación de los ayuntamientos del medio rural, sobre todo de los más afectados por la despoblación y con menos oportunidades de desarrollo. Mecanismos, por cierto, que encontraron por fin acomodo en una ley con sello socialista la pasada legislatura.

Este Gobierno ha consagrado a través de sus presupuestos una política que está a años luz de mejorar la vida de los habitantes del mundo rural, de los pequeños pueblos. Contempla únicamente el incremento del Fondo Aragonés de Financiación Municipal para las ciudades de Huesca y Teruel. 40% para Huesca y un 42,8% para Teruel, siguiendo criterios no homogéneos para el conjunto de los municipios.

Cabe recordar que, con el gobierno de la señora Rudi, la totalidad de los ayuntamientos apenas recibían 10 millones de euros. Mientras que, con el Gobierno del señor Lambán, en la pasada legislatura, se triplicó el importe, además de aprobarse una Ley Reguladora del Fondo Municipal de Aragón que garantizaba la suficiencia financiera de todos los municipios, atendiendo al principio de solidaridad y de equilibrio territorial.

Una ley promulgada por el Partido Socialista que sí cree en los pueblos, que sí cree en la vertebración territorial, que sí cree en la igualdad de oportunidades y que lucha contra la despoblación. En cambio, el Partido Popular votó en contra, en contra del incremento de la financiación para los pequeños municipios, mientras pedían un 65% más para el Ayuntamiento de Zaragoza.

Y mientras el señor Azcón abandera un debate nacional sobre la igualdad entre territorios basado en una mentira, en Aragón agranda las diferencias entre las ciudades y los pueblos, creando de verdad territorios de primera y territorios de segunda, mermando las oportunidades de desarrollo del mundo rural.

El presidente aragonés alardea de chequera en mano como si fuera el genio de la lámpara maravillosa y va concediendo deseos allí por donde pasa, lástima que apenas haya pisado los pueblos. Un presidente debe ser coherente y justo, no mantenerse en el limbo de la cortoplacencia y tener a todo el mundo contento.

Las promesas del presidente de Aragón siguen la estela de otras actuaciones muy alejadas de las verdaderas necesidades que tenemos en los pueblos. Nosotros no podemos acudir a la sanidad privada ni a la escuela concertada, no disponemos de esa falsa «libertad» de elección de la que tanto hablan los populares. O es la pública o no es. Lo que demuestra que el Partido Popular no conoce, en absoluto, nuestra realidad territorial.

El señor Azcón promete a los que más tienen, olvidándose del resto de los 729 municipios aragoneses. ¿Será porque son los municipios que más votos tienen y quiere asegurarse el sillón en 2027? Es curioso, porque pide igualdad en Madrid ante el Rey cuando hace precisamente todo lo contrario en su propia comunidad autónoma. Tendremos que invitarlo a nuestros municipios a ver si suena la flauta y nos cae algo de dinerito.

Este gobierno promete y promete más y más financiación a los amiguetes, aumenta el personal en sus departamentos y promete bajar los impuestos. ¿Pero se ha enterado de que el dinero es finito? Pronto veremos recortes y más recortes. No será de extrañar que los perjudicados sean los vecinos de las zonas rurales.

Mientras el Partido Popular sigue prometiendo y concediendo deseos a golpe de chequera, el PSOE trabaja para evitar agravios comparativos entre los municipios. Nos encontrarán luchando contra la desigualdad de derechos, de territorios y de personas, apoyando y reivindicando la vida en el mundo rural. Porque no queremos ser más, pero menos tampoco. Y porque ser menos, no resta derechos.

Mari Carmen Soler. Alcaldesa de Mirambel y diputada autonómica por la provincia de Teruel