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Mi admirada directora de La Comarca, cada dos por tres me manda un mensaje de móvil que dice «te toca». Es un aviso de que tengo que escribir para mis amigos del Bajo Aragón. La nota me recuerda un conocido artículo de José Manuel Blecua publicado el 5-12-1948 que me encanta releer y se titula «Escriba usted su artículo». Dice el maestro Blecua, no yo, que escribir un artículo es la cosa más sencilla del mundo. Así, te marca el proceso: Saca usted la pluma, prepara unas cuartillas y empieza escribir lo que ha pensado. «Todo consiste en tener algo que decir. Ahí está el busilis».

Se atreve a decir D. José Manuel que si no tienes nada que decir, mejor que mejor. A la mayor parte de la gente no le preocupan los problemas de palabras pues se ha perdido el ocio que consiste en madurar un problema. Y si escribes algo sobre un problema cultural lo más probable es que los lectores se aburran. Unamuno al referirse a la escritura decía «el caso es pasar el rato sin molestar al prójimo». Podía traer a la columna otras citas o reflexiones con el convencimiento de que casi nadie se molestaría pusiese lo que pusiese. He probado alguna vez a provocar al lector con algún dislate o despropósito a ver si reaccionaba al menos un purista, pero ni aun así. Debo tener muy poca audiencia o no acierto a contar las muchas desventuras preocupantes que rondan a nuestras gentes y a nuestro territorio. Ya pondría en tela de juicio, en primer lugar, esta palabra «nuestro». ¿Con que título asumimos tantas veces el «nuestro» cuando es de todos o del común»?

Lo decía Pepe Sanz mi impresor preferido por lo cómodo que era en la asunción de errores u horrores «no te preocupes, la gente no lee nada» y en el artículo citado, Blecua remacha la demoledora idea «¡qué más da!». Usted, dice, escriba sin muchas preocupaciones y sin romperse la cabeza. Habrá puesto unas palabras detrás de otras. «Lo peor es que la palabra encierra una responsabilidad y que no se pueden hacer muchos juegos de vocablos cuando no se es Quevedo o Gracián». Mucha desazón me causa esta lectura…porque yo sí que leo y cientos de años me separan de D. Francisco o D. Baltasar.