109.200 niños de Infantil y Primaria volvieron ayer a clase. 10.805 en la provincia
Este lunes se produjo la esperada e inevitable vuelta al colegio en Aragón. Un momento que supuso el regreso a las aulas de un total de 109.200 escolares del segundo ciclo de Infantil (3 a 6 años) y Primaria.
Aunque en localidades como Alcañiz y Andorra las fiestas patronales han retrasado este inicio, en la provincia turolense comenzaron las clases 10.805 niños. Para 1.009 de ellos fue su primera vez y llegaron a sus colegios como alumnos del primer curso de Infantil. De todos estos, seis empezaron su vida escolar en Berge.
Se trata de seis niños de tres años que con su llegada al centro han hecho que, al menos por un tiempo, la pervivencia de su escuela esté garantizada. Berge forma parte del CRA Somontano Bajo Aragón y con un censo que no llega a los 250 habitantes ha dado la alegría a todo el CRA. «Es una gran noticia porque esto no suele ocurrir. De hecho, hay centros que no suman alumnos durante varios años», dice el director, Carlos Latorre. Lo dice sonriendo porque la ocasión lo merece. «Con 15 alumnos Berge ha pasado de tener un aula a tener dos», anuncia. La de la planta calle la ocupan los seis niños de tres años junto a tres alumnas de Primaria. En la planta superior están los otros seis estudiantes que están entre 2º y 6º. Cabe recordar que la localidad mantiene además su Escuela Infantil, la misma que después de seis años clausurada por falta de usuarios, abrió en enero de 2016 con parte de los niños que ayer vivieron su emocionante primer día de colegio.
El CRA Somontano Bajo Aragón mantiene todas sus aulas (Los Olmos, Cañizar del Olivar, Estercuel, Ejulve, Molinos y La Mata de los Olmos además de Berge). Lo hace en parte debido a la reducción de ratios que desde DGA califican de «mínimos históricos» que mantienen escuelas abiertas incluso con tres alumnos. Este nuevo curso permanecen abiertas 47 escuelas rurales en Aragón, 24 de ellas en Teruel y seis de ellas, en el Bajo Aragón Histórico como son Molinos (6), Allepuz (5), Pitarque (5), La Cerollera (4), Cuevas de Cañart (5) y Ejulve (4), este último en el CRA Somontano. Como recuerdan desde el Ejecutivo, «la de Aragón es la red más extensa en número de centros, llega a todos los puntos y es el principal garante de la vertebración del territorio, por lo que el mantenimiento de colegios supone la principal arma en la lucha contra la despoblación».
Esta es una de las novedades de la vuelta a clase a la que se añade la mejora de la estabilidad de los maestros en aquellos centros que han accedido al novedoso plan de interinos. Aunque no todos, varios centros del territorio entraron en esta calificación de «Difícil cobertura» por parte de la DGA. Entre ellos, el CRA Somontano Bajo Aragón y también en el Bajo Aragón-Caspe, los centros del CRA Fabara Nonaspe y el Colegio Nuestra Señora del Pilar de Fayón. Han consolidado la plantilla para, al menos, tres años. «El problema siempre es la falta de profesorado, así que, esta medida está muy bien. Con que se mantuviera y, a poder ser, llegara algún docente más, sería genial», valora la directora del CRA, Mónica Pérez. Entre Fabara y Nonaspe suman 136 alumnos y 17 maestros que estarán tres años. En Fayón inician curso con cuatro profesores para estos tres años y 29 alumnos. «Empezamos con mucha ilusión, los alumnos y nosotros», dice el director, Pablo Martínez que echa en falta algo más de material didáctico.
Otra de las novedades que destacan desde DGA es la «matriculación equilibrada» debido al nuevo decreto de escolarización que obliga a mantener la reserva de plazas para alumnos con necesidades educativas especiales durante todo el curso.
Más niños también en Valderrobres
Hay más excepciones además de Berge. Una de ellas está en el colegio Vicente Ferrer Ramos de Valderrobres que crece en número de alumnos, con más de 240 escolares y prevé un futuro todavía mejor en el centro. «La tónica general de los últimos años ha sido de crecer con un goteo continuo y este curso tenemos 243, un número que supone entre diez y doce niños más que el pasado». Es la valoración del director, Lorenzo Latorre, quien destaca la previsión de creación de empleo en el Grupo Arcoiris como «factor que repercutirá también en el incremento de niños».
A estas alturas el colegio «está más cerca de ser un colegio de dos vías que de una» tanto en Infantil, -que por primera vez se desdobla entero-, como en Primaria donde solo quedan 1º, 3º y 5º con una unidad. Esto, dice Latorre, «puede suponer que en tres años necesitemos otra ampliación». De momento, en noviembre comenzará la obra para ampliar el edificio de Infantil. El Ayuntamiento ha cedido un aula de la Escuela Infantil para uno de los grupos mientras duran los trabajos.
Necesidad de espacio en Caspe
El incremento de estudiantes se ha hecho notar también en la provincia de Zaragoza, en localidades como Caspe donde comenzarán en breve la ampliación del Alejo Lorén que cuenta con 500 niños. El director coincide con el del Valderrobres en las previsiones. «Ya somos un colegio con tres vías, las hemos completado. Las obras se proyectaron hace años y creo que se han quedado obsoletas», dice Alberto Miranda. Parte de sus alumnos seguirán en las aulas prefabricadas, al menos, hasta el próximo trimestre cuando esté terminada la ampliación que DGA ya ha adjudicado. «Empezamos con fuerza y contentos porque ya sabemos que estas obras tan necesarias después de tantos años se van a realizar en breve», concluye.
Foz Calanda se queda con un aula
Finalmente no ha podido ser y los niños de Foz Calanda arrancaron ayer el curso escolar con un aula menos. La comunidad educativa lanzó una campaña para atraer la atención de nuevas familias en junio en cuanto se supo que los 11 matriculados descendían a 5. Aunque en verano lograron la llegada de más familias, no ha sido suficiente y no se han conseguido las 11 matrículas que se necesitan como mínimo para tener dos clases y dos maestras. No obstante, no ha sido por falta de interés por el colegio y sus métodos de innovación. Más bien, por los problemas para acceder a una vivienda. «Hemos contactado con varias familias y varias se han interesado por instalarse. De hecho, había una con varios miembros pero no ha sido fácil encontrar casa para tantos porque los bancos no ponen nada fácil alquilar las que son de su propiedad». Es la reivindicación de Xavier Tarzán, uno de los nuevos vecinos en el pueblo y cuyo hijo es uno de los ocho que finalmente comenzaron ayer la escuela.
Coincide con esta reivindicación el alcalde, Héctor Puig, que lamenta la falta de sensibilidad. «Las entidades bancarias exigen muchos requisitos, entre ellos, un contrato de empleo y eso no lo traen hasta que no se instalan y comienzan a trabajar». El Ayuntamiento dispone de seis viviendas municipales, de las que cuatro ya estaban ocupadas. «Las otras dos se han alquilado a familias nuevas pero ya no tenemos más municipales. Vacías quedan muchas, pero o son de los bancos o de vecinos que tampoco se atreven a dar el paso de ponerlas en alquiler», añade. Foz pertenece al CRA Olea junto a Castellote, Bordón, Aguaviva, Cuevas de Cañart y La Ginebrosa.
Incidencia en los idiomas
También hay una incidencia en la lengua extranjera y por primera vez las extensiones de Escuelas Oficiales de Calamocha, Monreal y Alcorisa impartirán B2 de inglés, mientras la de Calanda se consolidará con la oferta de A2 y B1 con los nuevos currículos de idiomas.
Inversión en infraestructuras
Desde el Departamento de Educación plantean varias actuaciones para el ejercicio 2018 por un importe que supera los 1,3 millones de euros. Se incluyen, entre otras, la adecuación de patio y proyecto de ampliación de espacios del CEIP Villa de Utrillas, mejoras en el centro de Educación Especial Gloria Fuertes de Andorra, la ampliación de espacios del CEIP de Lledó, el cubrimiento del patio del CEIP La Fresneda y la ampliación de espacios del CEIP Virgen del Pilar de Calanda. También se incluyen en este listado la adecuación de aulas del CEIP Valjunquera y el proyecto de adecuación de espacios del CEIP Emilio Díaz de Alcañiz. Se incluye asimismo una partida de 126.300 euros, para la redacción de la obra y posterior cambio de caldera en el IES Bajo Aragón de Alcañiz.