La historia, piadosos lectores, de tan leída, vista, representada y participada, de seguro que todos nos la sabemos. Forma parte del «kerigma» (el anuncio) de la salvación para los creyentes y de la cultura histórica y religiosa para todo el mundo.
Esta historia da comienzo en Jerusalén, hace ya unos dos mil años, allí llega un tal Jesús de Nazaret, rodeado de un nutrido grupo de seguidores, y empieza a anunciar el advenimiento del reino de Dios; así mismo, se enfrenta a los cambistas del templo y declara que los judíos no han de pagar tributo a Roma.
Esta actividad, abiertamente revolucionaria, despierta recelos tanto entre los romanos como entre los sacerdotes judíos, cuya autoridad Jesús pone en entredicho. Unos y otros deciden capturarlo, y el prefecto, Poncio Pilato, lo sentencia a morir en la cruz. Tras ser ejecutado, sus seguidores, horrorizados, se dispersarán y regresarán a Galilea, de donde la mayoría procede. En teoría, Jesús ha fracasado.
De estos seguidores, en un principio hundidos en la desesperación, irá germinando una idea totalmente nueva que cambiará el curso de la humanidad (solo hay que observar que, a partir de entonces, la historia de ésta se va a dividir en dos: antes y después de este crucificado): Jesús no solo no ha errado, sino que su muerte formaba parte del auténtico plan de Dios. Había nacido el cristianismo.
Llegados a estas fechas de rememoración de este acontecimiento: Semana Santa ( y dejando a parte la liturgia propiamente religiosa), tampoco está de más que repasemos los hechos que conformaron el drama. Sobretodo si éstos han salido de la pluma de uno de los mejores escritores españoles de literatura histórica: ÁLBER VÁZQUEZ. En esta ocasión, VÁZQUEZ, dejando de lado las novelas históricas dedicadas a la Historia de España, que con tanta perfección y calidad recrea, se ha atrevido con «CALVARIO», una historia en torno a la última semana de vida de Jesús y los meses posteriores a su ejecución. Y lo ha hecho de una forma sencilla y magistral y, a la vez, muy amena. Sin doctrinar ni especular: «He intentado, nos dice el autor, que ésta sea atractiva para creyentes y ateos»; y creo, sinceramente, que lo ha conseguido.
Miguel Ibáñez. Librería de Alcañiz
Calvario
RESEÑA. La historia, piadosos lectores, de tan leída, vista, representada y participada, de seguro que todos nos la sabemos