Los incendios se han convertido más que nunca en una de las principales preocupaciones de este verano. Con temperaturas más elevadas de lo habitual, muchas tormentas con rayos latentes y, por desgracia, reiteradas imprudencias humanas que, pese a los contínuos avisos, siguen sin comprender que una pequeña acción puede poner en riesgo importantes masas forestales y, lo que es peor, vidas humanas. Este verano vivimos un cóctel perfecto que mantiene en vilo y en máxima alerta a los dispositivos de extinción de incendios forestales en Aragón: récords de temperaturas máximas históricas en junio, un verano que se adelantó al mes de mayo y abundancia de combustible en los bosques debido a una primavera muy lluviosa.

Por ello todas las miradas están puestas desde hace días en el operativo contra los incendios que cada verano despliega el Gobierno de Aragón. Por el momento ha funcionado correctamente y no es escuchan voces críticas que sí resuenan en otras comunidades. La rápida intervención de los medios ha supuesto que los fuegos que se han originado en los últimos días en Nonaspe, Valderrobres, Peñarroya de Tastavins y Beceite, entre otros; no causaran graves destrozos aunque en cada uno la envergadura y sus circunstancias han sido distintas.

Por ello es necesario poner en valor el trabajo y la entrega de los APN y de las cuadrillas forestales. Estos equipos están formados por personas del territorio que aman el medio natural y que han apostado por quedarse en sus pueblos haciendo del cuidado de la naturaleza su profesión. Son los que mejor conocen nuestros montes y los que sirven de guía a los que vienen de fuera. La activación de los militares de la UME en un incendio hay que destacarla y es noticia porque denota su peligrosidad pero también debemos poner en valor a los que están luchando contra las llamas desde el primer momento.

El Gobierno de Aragón ya decidió aumentar este año la partida presupuestaria para los medios de extinción de incendios forestales elevándola hasta los 34 millones de euros, lo que supone 3 millones más que durante el pasado ejercicio. Del total de 62 retenes de bomberos de incendios forestales, el Bajo Aragón Histórico concentra 11. Todos coinciden en que la situación de las cuadrillas forestales en estos momentos es mejor que hace unos años pero esto no debe hacer que la administración se relaje. Aún queda mucho por hacer como mejorar sus medios. Los que cuidan y protegen nuestros montes no pueden trabajar con vehículos u otros equipamientos obsoletos porque un fallo puede poner en riesgo un operativo.

Editorial.