Agricultores cerealistas y panaderos turolenses junto con el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) han creado un nuevo pan cuya cadena de producción se queda íntegramente en la provincia con variedades de trigo que se producen, molturan y elaboran en Teruel. Esperan que esté listo en poco menos de un mes y se podrá comprar en los hornos del territorio con el nombre de «pan de Teruel». Este viernes se ha dado a conocer con una degustación en la avenida San Jorge de Andorra justo delante de la Pastelería Moncayo, una de las panaderías que ya han elaborado este pan.
«El proyecto es muy romántico y bonito, hemos creado un producto de calidad. Estamos un momento en el que estamos reivindicando mucho Teruel y por ello tenemos que empezar a creer en nosotros mismos para luego, si hace falta, salir a gritar», ha destacado Pepe Ginés, gerente de una de las panaderías que han estado elaborando los productos en degustación del proyecto junto a las de Cretas, Sarrión o Teruel.
El «pan de Teruel» es fruto de tres años de trabajo de la Asociación Provincial Panaderos de Teruel, Cereales Teruel Sociedad Cooperativa y el CITA para que el círculo de este nuevo pan comience y termine en la provincia implicando a todos los agentes. Con ello se dota a la agricultura cerealista de una mayor diferenciación a través del estudio de variedades de trigo locales, transformando las materias primas donde se producen generando valor añadido y ahorro energético y logrando que los panaderos turolenses oferten un nuevo producto innovador en el que controlan su trazabilidad. «Este pan tiene una corteza crujiente y consistente, con una miga amarillenta, una capacidad de conservación interesante y un aroma y un sabor excepcional», ha detallado Jorge Sanz, presidente de la Asociación Provincial Panaderos de Teruel.
En su elaboración se emplea harina procedente de trigos ecológicos de dos variedades, Florencia Aurora y Marius, cultivadas por los agricultores de la Cooperativa Cereales Teruel. El CITA ha estudiado y contrastado su calidad nutricional y tecnológica. «Hemos ayudado a contrastar y a conocer la homogeneidad de las variedades porque Florencia Aurora es una variedad de antaño de la que había que comprobar cómo se había conservado y tenemos un 98% de pureza varietal», ha precisado Gloria Estopañán, directora del proyecto e investigadora del CITA.
La variedad Florencia Aurora, que se ha recuperado, tiene una óptima calidad nutricional y un gran potencial en panificación mientras que el trigo Marius aporta una gran extensibilidad en las masas. «Florencia Aurora es una variedad que recuperamos porque se ha ido perdiendo de forma significativa y Marius es más reciente, se ha incorporado a las explotaciones hace 30 o 40 años y está reconocida por los panaderos», ha explicado el presidente de Cereales Teruel Sociedad Cooperativa, Joaquín Aguilar.
El único molino de harina panificable que hay actualmente en Teruel, el de la Harinera María Manuela de Cantavieja, ha elaborado la harina que utilizan los panaderos para elaborar el «pan de Teruel».