La alcañizana Ana Julieta Calavia, conocida profesionalmente como Anaju, llenó este viernes el anfiteatro Pui Pinos en su primer concierto en su localidad. Alrededor de 400 personas escucharon a la finalista del talent musical Operación Triunfo, que está consiguiendo labrarse una carrera musical con identidad propia. A finales del año pasado publicó su primer proyecto discográfico, «Mood», un disco compuesto por seis canciones divididas en dos estilos (uno más motivante y alegre y otro más reflexivo e intenso) y ya prepara su segundo trabajo.
¿Qué supone para ti actuar en tu ciudad?
Una ilusión tremenda porque era una deuda que tenía pendiente con mi pueblo y mi tierra. Se había ido aplazando desde hace más de un año cuando salí de Operación Triunfo. Ya pisé este escenario un poco en los Premios de la Música Aragonesa pero tenía ganas de traer a todo el equipo y el show completo. Tengo muchos recuerdos del anfiteatro viendo conciertos o el cine de verano y ahora es muy ilusionante que sea yo la que me haya subido a este escenario.
Agotaste todas las entradas, ¿esperabas esta acogida?
En otro lugar puedo tener ilusión (risas) pero en mi pueblo lo deseaba mucho. Tenía muchas ganas de llenar y disfrutar de la experiencia de ver un concierto lo más lleno posible aunque por el covid el aforo sea más reducido.
¿Qué concierto preparaste?
Lo planteamos de una forma bastante amena. Tuvo una curva muy clara de tipo de canciones hiladas de una forma muy concreta porque el disco básicamente habla de emociones y de dos estados de ánimo. Fui de menos a más. El público se encontró un concierto para abstraerse de lo que pasa fuera. La mayoría de temas tienen un toque etéreo, esa magia hace todo más llevadero. Es un show bastante especial.
¿Te habías imaginado alguna vez subiéndote al escenario del anfiteatro?
No, son cosas que nunca te esperas pero porque yo nunca me había imaginado dedicarme a la música de forma profesional hace tan solo dos años. Tenía mis objetivos en otras cosas. Podía ir al teatro y pensar que qué espacio tan bonito para desarrollarte artísticamente pero había pensado que me subiría a este escenario. Me parece un sueño.
En el concierto hubo alguna sorpresa...
Sí porque estamos en época de fiestas y que se hayan suspendido no mola. Preparé una canción para hacer un homenaje a un momento concreto que ocurre en las fiestas en mi local, es una canción especial para volver a conectar con la esencia que teníamos mis amigos y yo. Cuando todos empezábamos a cantar a coro y nos veníamos arriba. También canté una de las canciones inéditas que van a salir en el siguiente trabajo.
¿Cómo vives las fiestas? ¿Cuál es tu peña?
El ambiente que se crea en fiestas de Alcañiz es increíble. En mi local somos dos peñas, la Plegada y el Botafumeiro. Tengo recuerdos de despertarnos pronto el día del chupinazo, vestirnos con la ropa del local e ir a tomar pan con chorizo… acudíamos sino a todos, a casi todos los actos. Vivíamos del primer día hasta el último costase lo que costase subiendo todas las noches a ver el toro de fuego a la plaza tuviera borrachos o no.
¿Qué cultura musical te ha aportado Alcañiz?
De pequeña acudía al Conservatorio, allí estudié guitarra; y también estuve muchos años recibiendo clases de ballet, lo que también te aporta cierta sensibilidad musical. Recuerdo también que fui a unas clases de canto. La mayoría de mis intervenciones musicales ocurrían en mi local porque Antonio Claveria de Uña y Carne, que también actuará en unos días aquí en el anfiteatro, es de mi local y nos montábamos con sus primos unos conciertos improvisados muy chulos. No necesitábamos mucho más.
En cuanto a tu carrera musical, ¿en qué momento te encuentras?
En un momento de evolución, desarrollo y de cambio también, eso es algo que siempre está presente. Ya hace un año que me dedico en serio a la música y esto te da una base y una idea más clara de por dónde quieres ir. Ahora estoy trabajando en el siguiente proyecto y preparando cosas muy chulas.
¿Todo composiciones tuyas?
Sí, es todo mío. Me fui diez días a Asturias a componerlo y no salí de allí hasta que no lo tuve.
¿Es complicado llevar una carrera musical y ser quién decide por dónde van tus pasos?
No es la profesión más fácil del mundo porque tienes que lidiar con muchas cosas. Ser artista significa que debes beber de tu propia materia prima y eso puede llegar un momento que igual se gasta o un día no tienes la cabeza para marrones pero después por dónde va tu carrera es tu decisión. Es el artista el que deciden si compone sus canciones, quién tiene a su lado y si trabaja con una multinacional un sello pequeño o va por libre. Hay poder de decisión pero no es el trabajo más intuitivo en el que he estado. Eso sí, aburrirme no me aburro nunca.
Al salir de Operación Triunfo, ¿sentiste el abismo y pensaste qué hacías?
Fue bastante abrumador porque tuvimos un pequeño acercamiento a lo que nos iba a rodear los primeros meses al salir que es todo el fenómeno fan de Operación Triunfo. Al salir estuve unas semanas descansando con mi familia y me puse a trabajar enseguida. Tampoco tuve mucho tiempo para plantearme qué hacía o no. Me puse al tajo y allí ya fui viendo qué entraba, qué me casaba y qué me resonaba.
Tantos años después de la primera edición, ¿sigue existiendo el estigma del triunfito?
Sí, hay mucho estigma porque se tiene una imagen muy concreta de la persona que sale del talent show de la televisión. Entiendo que se perciba como una fábrica de artistas y famosos para quien no lo ha vivido desde dentro. Supongo que es con lo que tienes que convivir y con tu trabajo y esfuerzo demostrar que no eres un producto sin más de una cadena de televisión sino que entraste en un programa por un talento concreto y ellos te han dado un trampolín para poder desarrollar tu carrera. Espero callar muchas de esas bocas a base de esfuerzo y trabajo.
Por último, ¿cómo te ves dentro de unos años?
Haciendo lo mismo, ojalá dentro de unos años todo esté todo mucho mejor. Si ahora con una pandemia puedo trabajar en la música, solo puede ir a mejor. A base de esfuerzo iré alcanzando los objetivos que me marco.