El andorrano Ismael Franco Sánchez es el único profesor de Aikido que existe en el Bajo Aragón Histórico
Ismael Franco Sánchez es un quinto dan de Aikido. En Aragón, tan sólo hay dos personas más con ese nivel. «Es como un maestro de maestros. Muy poca gente llega a esos grados», explica el andorrano. Obtuvo este grado en un examen que realizó ante un tribunal de la Federación Española de Judo y Deportes Asociados este invierno en Zaragoza. El examen consistió en desarrollar una exposición con diferentes técnicas, en distintas alturas y contra varios «ukes» o atacantes.
Ismael entró en el mundo del Aikido hace ya 20 años cuando nació su hijo. No tenía tiempo libre y se apuntó a la única clase que ofrecía el gimnasio zaragozano de un amigo suyo a partir de las 21.00, cuando él estaba libre. Después de eso, dio clases en Huesca y ha participado en seminarios de toda España y de otros países. Actualmente, el andorrano ejerce de profesor de este arte marcial en el pabellón polideportivo de la Villa Minera, que ya suma alrededor de 15 alumnos de Andorra y otros pueblos como Alcorisa o Calanda. Cabe destacar, que Ismael está al frente del único centro de Aikido en el Bajo Aragón.
Arte para defenderse
Todo lo contrario a lo que pueda parecer, el Aikido es un arte relajado y sereno, que persigue el objetivo de cualquier deporte: máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo. De hecho, los entrenamientos comienzan con la meditación, acompañándola con trabajos de respiración, para que el luchador esté preparado durante el ejercicio. Tras el calentamiento, se continúa con las caídas para saber protegerse a uno mismo y no dañarse al caer. «Es un arte más de defensa. El que tiene prisa por pegar es el otro, nadie tiene prisa por que le peguen. El Aikido te enseña a ser muy tranquilo y relajado, aunque nos muestra lo frágiles que somos», asegura. Las técnicas que se practican en esta arte marcial no son dolorosas, pero sí lo es la oposición del contrincante a las mismas.
Basado en los samuráis
El Aikido es un arte marcial que se desarrolló en el siglo XX y que proviene del jiu-jitsu y del ken-jitsu. El primero significa arte con las manos vacías y el segundo se practica con un sable o catana. «Nosotros utilizamos lo que se llama «bokken», que es un sable de madera que pesa igual que una catana», explica. También trabajan con el «jo», una lanza japonesa. «Son las armas de los samuráis».
Dani dice
Hola, queria saber si hay clases para los peques .Gracias