El Matarraña alberga una mesa de trabajo en torno a un Proyecto Estudio sobre la contribución de la inmigración al desarrollo rural
El asentamiento de inmigrantes y su integración en el medio rural. Esta es una de las principales conclusiones que se pusieron ayer de manifiesto en una mesa de trabajo en la que se debatió sobre el Proyecto Estudio «Situación de la población inmigrante en las zonas rurales españolas y su contribución al desarrollo rural». El encuentro, auspiciado por el Organismo Internacional para las Migraciones, tuvo lugar ayer en la sede comarcal y contó con la asistencia de varios agentes sociales del Matarraña.
La existencia de un número creciente de zonas rurales despobladas en España, explicaron, deja ver un mayor desequilibrio social en términos de pobreza y desigualdad, dificultando el logro de los objetivos recogidos en la Agenda de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (2030). El proyecto Estudio se está llevando a cabo en zonas de Andalucía, Aragón, Castilla y León y Extremadura. «Queremos analizar la situación con el objetivo de mejorar el conocimiento de los agentes locales en relación a la inmigración y valorar las posibilidades que hay de integración», explicó Mamadou Agne, del Organismo Internacional para las Migraciones
La llegada de inmigrantes extranjeros se ha percibido, añadieron, como una posible solución o, como mínimo, en una posibilidad de explorar para rejuvenecer las comunidades rurales y promover el desarrollo económico y social de las mismas. No son pocos los informes que remarcan esta relación entre inmigración y mundo rural y su capacidad para consolidarse como un vínculo positivo para el territorio y la población (autóctona y recién llegada), que contribuya a reducir e incluso detener o invertir la despoblación.