‘Documentos’, de RNE, emitió recientemente un programa centrado en la figura de la periodista alcañizana Pilar Narvión. Charlamos con Luis Zaragoza, historiador y periodista de RNE sobre este trabajo, que cuenta con diferentes voces que permiten perfilar la figura de Narvión, pionera del periodismo.
¿Cómo llega a ti Pilar Narvión?
Llega a través de distintos ámbitos de la historia del periodismo. Uno se va encontrando con una serie de personajes que se repiten de una forma o de otra. Más extensamente llega a través de Josefina Carabias, luego uno se encuentra con testimonios sobre la importancia de Pilar Narvión y unas cosas se van hilvanando con otras.Escuchando algunas de las entrevistas que tenemos de ella en el archivo de RNE me pareció un personaje suficientemente interesante como para intentar profundizar un poco más.
¿Qué has descubierto en esa labor de investigación?
Ha sido, sobre todo, una labor de divulgación. Los rasgos básicos de Pilar Narvión se habían contado ya en libros como el que escribió Juan Carlos Soriano a partir de diferentes conversaciones. Pero era necesario rescatar la vida de una persona que efectivamente fue pionera del periodismo, sobre todo político. Y que en los años 70 abrió el camino para otras mujeres muy jóvenes que empezaban a hacer periodismo político en la España de la Transición y para las que fue una especie de madrina o de tutora. Una biografía que fue muy rica: la biografía de una persona que en realidad vivió como quiso y que tuvo una vida independiente y hasta cierto punto contradictoria, con muchos matices que son los que he querido ir recogiendo en ese reportaje.
¿Qué voces aparecen?
Las fuentes de archivo, el maravilloso archivo de RNE y TVE, han sido un elemento fundamental porque una biografía con el testimonio del biografiado siempre es muchísimo más enriquecedora. Hay muchas de sus frases que se pueden reinterpretar. La que cierra el reportaje, por ejemplo, cuando dice que un periodista siempre debe ser testigo, nunca protagonista, y que ella se sitúa ante la vida en un papel de observador, que nunca ha querido subir al escenario… es una lección para muchos que consideran que el periodismo es otra cosa. Y hay frases muy potentes contadas con una energía maravillosa que mantuvo hasta los últimos momentos. La última entrevista que conservamos es de tan solo 5 años antes de su muerte. A parte de la propia Pilar Narvión, aparecen dos de las llamadas ‘Niñas de Pilar’, esas jóvenes periodistas que empezaban a hacer periodismo político durante la Transición. Con la muy famosa escritora Julia Navarro; con la periodista Rosa Villacastín; con Juan Carlos Soriano, con Javier Capitán, sobrino de Pilar Narvión; y un testimonio que a mí me ha gustado mucho recoger: el de Enrique de Aguinaga, Catedrático de Periodismo, maestro de muchas generaciones en la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense, que tiene 98 años y sigue manteniendo vivo el recuerdo de una amistad con Pilar Narvión que se inició a comienzos de los 40 se prolongó durante 60 años, hasta que ella murió.
¿Qué queda del legado de Narvión en el periodismo actual?
El periodismo ha cambiado muchísimo desde su época. Lo que es cierto es que las mujeres le deben bastante a Pilar Narvión, igual que a Josefina Carabias o a Carmen de Burgos, y a todas las que de alguna manera han ido abriendo camino y rompiendo techos de cristal. Narvión fue la primera directora adjunta de un periódico de tirada nacional, el diario Pueblo, el único en el que trabajó. Y pudo ser directora pero no quiso. La primera misión del periódico, que estaba entonces entrando en crisis, era despedir a muchos redactores y ella le dijo al Gobierno -porque dependía del Gobierno- que de ninguna manera se iba a sentar en esa mesa a despedir a sus compañeros. Quiero decir que fue una de las que rompió el techo de cristal, que creó cierta escuela de mujeres que a su vez han ido abriendo más camino. Hay que predicar con el ejemplo y los hechos son más importantes que las palabras. Creo que ella vivió como si no tuviera los límites que por desgracia sí tenían otras mujeres españolas de la época.
Su vinculación con Alcañiz y el Bajo Aragón también se deja notar en el reportaje...
Absolutamente. Siempre se mantuvo orgullosa de sus raíces. En Alcañiz pasó poco tiempo de su vida pero fue decisivo, aquí nació al periodismo, no solo a la vida. Lo hizo con aquel periódico que tenía su tío Mariano Romance y los recuerdos de la casa de sus abuelos… están constantemente presentes en cualquier entrevista que ella hacía. En 1973, cuando estaba terminando su corresponsalía en París, los demás corresponsables le hicieron una fiesta de despedida y ella siempre recordaba que uno de sus compañeros le dijo: «En realidad era más fácil que tú alcañizases a los franceses que los franceses te afrancesaran a ti». Ella presumía, y de hecho el acento nunca lo perdió.
¿Merece la figura de Pilar Narvión ser más reconocida?
En 2022 se cumple el centenario de su nacimiento e imagino que algo se hará o, sino, algo debería hacerse para recordar a una de las personas que llevó Aragón y Alcañiz siempre por bandera.