María Ballestín, psicóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), impartió esta semana en Caspe una ponencia centrada en los aspectos psicológicos y emocionales de esta enfermedad. Lo hizo en una actividad enmarcada en las jornadas ‘Caspe, Salud y Deporte’ que organiza el Club Deportivo Caspe y que continúan este fin de semana.
En este viernes 4 de febrero, Día Mundial contra el Cáncer, Ballestín habla el «viaje a lo desconocido» que supone la enfermedad, y las herramientas que desde la AECC brindan tanto al paciente como a su familia para sobrellevar el diagnóstico y todo lo que supone.
¿Qué nos ocurre cuando la palabra "cáncer" llega a casa?
Por más que nos hablen de este tema, por más que conozcamos a personas que padecen cáncer… hasta que no nos pasa no estamos preparados. Cuando vas al médico por una revisión normal y aparece este diagnóstico la primera reacción es ese shock, nos quedamos bloqueados. Es una información muy intensa, muy potente. La palabra «cáncer» nos asusta. Es una enfermedad que produce muchos cambios en nuestra vida y esa primera reacción es ese: «No me puede estar pasando a mí. ¿Usted está seguro? Revise todas las pruebas. Esto no es real». Tras esto ya entramos en un camino, en ese viaje a lo desconocido en el que, a pesar de que cada persona somos un mundo, sí que hay ciertos patrones o reacciones que se repiten. Hay miedo, hay búsqueda de respuestas, está el «por qué», frustración, cierta desesperanza en algunos momentos… Es muy importante valorar qué herramientas y recursos tenemos para poder afrontar todo este camino que empieza con ese diagnóstico, que va a durar un tiempo y que va a estar acompañado de tratamientos, de viajes, de consultas con el médico…, y todas las emociones y pensamientos van a ir fluctuando.
Hablamos de emociones y sentimientos, ¿es necesario identificarlas para poder actuar en consecuencia?
Sí, y además es muy difícil. No nos han enseñado y no se trata muy a fondo todo lo que es la educación emocional. Ante un diagnóstico de cáncer, al ser algo que nunca nos había ocurrido, hay diversos estilos de afrontamiento, según cómo evaluemos nosotros la situación. Cada persona hacemos un poquito lo que podemos, pero si sabemos lo que estamos sintiendo y por qué lo estamos sintiendo, si conseguimos tener las herramientas y los conocimientos para identificarlo, vamos a poder poner unas soluciones que darán mejores resultados a la hora de llevar todo este proceso. Si yo identifico que este enfado o esta tristeza que tengo es normal, y que no viene de otra cosa salvo de que voy a tener una revisión, voy a saber a dónde acudir, con quién hablar, qué preguntar o a quién pedirle que me acompañe para poder gestionar esa emoción tan intensa.
Cuando hablamos de herramientas podemos estar refiriéndonos a una simple conversación con una persona cercana...
Por supuesto. Hablar sana. Hablar es maravilloso, y también el poder expresarte sin que te juzguen, poder decir que estás enfadado, que tienes miedo y que la persona que tengas delante te entienda o, por lo menos, lo intente. Es importante que esté ahí para escucharte, para acompañarte, preguntándote «¿qué necesitas?». No tenemos que hacer valoraciones previas, tenemos que estar ahí para la persona, para que en cada momento sepamos qué necesidad tiene y cómo poder ayudarle. Y si en algún momento no lo sabemos se pregunta, con toda la tranquilidad del mundo. Nuestra mente va a muchísima velocidad, son muchos los pensamientos que tenemos, muchas dudas, sensaciones de falta de control, muchas inseguridades… poder verbalizarlo y sentir que hay alguien ahí escuchándote para darnos ese apoyo, esa tranquilidad, ese acompañamiento… es una maravilla.
Muchas veces se tinta al cáncer de cierto heroísmo. Se habla de "lucha", de "batalla"... ¿Es esto contraproducente?
Sí, son las metáforas que se asocian al cáncer: «Esta guerra la voy a ganar», «voy a poder con esta batalla». No decimos la palabra «cáncer» y lo orientamos a esa parte de crudeza, de guerra, de algo malo, casi militar… Y así el paciente o incluso la familia parece que están en una lucha. Bueno, no: estamos en un proceso de una enfermedad. En este camino todos hacemos lo que podemos. No es que yo no haya luchado lo suficiente, para nada. Hemos hecho todo, todo, todo lo que hemos podido. Darle ese matiz, aparte de crear una negatividad aún mayor de la que por sí conlleva la enfermedad, otorga al paciente mucha más responsabilidad. También, por ejemplo, cuando algo es malo se utiliza la expresión «cáncer de la sociedad». No se hace con otras enfermedades y eso pesa. Psicológicamente, a nivel educacional, cultural, nos hace tener unos aprendizajes que todavía crean más miedo y promueven esa necesidad de fortaleza, ese «no tengo que llorar». Pero, ¿cómo no vamos a llorar? Te asustas. Tienes miedo, y es un mecanismo adaptativo que todos los seres humanos tenemos. ¡Nacemos llorando! En el momento en el que lloramos nos liberamos. El problema puede seguir ahí, puede continuar ese camino, pero por lo menos algo nos hemos quitado de encima.
Vamos a eliminar esos mitos. Vamos a quitar esas comparaciones con cosas negativas y vamos a hablar de una enfermedad que no es fácil. Con la ayuda adecuada -atención psicológica, acompañamiento correcto- y a pesar de las dificultades, va a ser bastante más llevadero.
Esa atención psicológica también se presta desde la AECC. La asociación es un apoyo fundamental...
Sí. Desde la AECC queremos ayudar a todas las personas que estén pasando por esta situación. Tenemos una serie de recursos que son completamente gratuitos y universales. Todas las personas que sean paciente oncológico, familiar, o amigo, pueden acceder, contactar con nosotros con toda la tranquilidad sabiendo que es completamente gratuito. Cada vez intentamos tener más recursos. Ofrecemos atención psicológica, atención social -desde ayudas económicas hasta prestación de material ortoprotésico-, orientación laboral… en Zaragoza hemos añadido el servicio de nutrición y fisioterapia. Talleres, grupos terapéuticos… Estamos encantados siempre de que aquellos que tengan dudas se pongan en contacto con la asociación para explicar todos los recursos que tenemos. El teléfono es el 900 100 036, que es también gratuito y funciona 24 horas al día todos los días del año.
¿Cuál es el mensaje en este Día Mundial Contra el Cáncer?
En este 4 de febrero queremos resaltar que para nosotros es muy importante la equidad. No queremos que el código postal marque el poder acceder o no a unos recursos o a otros. La clave y al fortaleza es la unidad. Todos somos seres humanos y merecemos acceder a todos los recursos, los mismos tratamientos y tener todas las herramientas para poder avanzar en este viaje, en este camino que empieza con el diagnóstico de cáncer. Es algo que desde la AECC estamos intentando: esa igualdad, el que dé igual quién seas, dónde vivas y qué situación tengas porque mereces las mismas atenciones desde todas las instituciones.