Que de la plaza de España no se viera ni el suelo por la cantidad de gente no ayudó a calmar los nervios ni a organización ni a participantes. Y es que el momento del canto de los villancicos por parte de los escolares de la capital bajoaragonesa sigue siendo uno de los más esperados cuando ya se acerca la Navidad. Este año lo volvió a ser y eso que llegó con cambios. Uno de ellos, el más significativo, es que en esta ocasión no se asoció al encendido de las luces sino que se retrasó unos días hasta este martes día 20. Otro cambio fue el espacio porque la plaza se despejó de sillas. «Pensamos que es un acto de niños y para los niños y por eso queremos que ellos llenen la plaza», dijo la presidenta de la Asociación Centro Comercial Abierto Alcañiz De Tiendas, Isabel Herrera. «Hay nervios, no vamos a negarlo… El último se celebró en la fachada de la iglesia y luego hubo parón por la pandemia, así que, volver a esta plaza y verla así, es maravilloso», añadió.
El evento contó con la «implicación total» de los cinco colegios de Alcañiz que prepararon sus grupos de escolares con sus puestas en escena y sus versiones de canciones navideñas. Comenzaron 105 estudiantes de La Inmaculada con ‘Vuela, vuela esa estrella’; siguieron otros 105 del Juan Lorenzo Palmireno con ‘Cuando llega la Navidad’. El tercer grupo en salir fue el de San Valero compuesto por 70 estudiantes que cantaron ‘Una estrella sin nombre’. A continuación, los 315 jóvenes cantores del Concepción Gimeno Gil dieron vida a ‘Madroños al niño’. El broche lo puso el centenar de voces del Juan Sobrarias que cantó ‘Hecho con tus sueños’.
Tras la música, y como recompensa a todo el trabajo realizado, los escolares recibieron una merienda a base de pan con chocolate y mandarinas. Esta entrega fue posible con la colaboración de diferentes empresas que aportaron la materia prima y la logística. El final de la tarde no fue menos intensa porque se presentó Papá Noel en la plaza del Mercado dispuesto a recibir a los niños, escuchar sus peticiones, recoger cartas de los deseos y repartir caramelos.