Desde la organización del Buñuel-Calanda apuestan por seguir en 2018 la línea «de abrirse y llegar a todos».
Poco se sabía de lo que deparaba la última noche del Festival Internacional Buñuel-Calanda. Solo había dos cosas claras, que el escritor mexicano Guillermo Arriaga recibiría el Premio Buñuel-Calanda y que sería en una ceremonia «surrealista» en torno a «Un perro andaluz».
Todo se cumplió y las expectativas se superaron con creces. Las de la noche y las de la edición en general. Este año, tras doce de festival, se concibió como el del cambio y la reinvención. Como aseguraron desde la organización, el objetivo de abrirlo y acercarlo al público en general, a los jóvenes y a la comarca, se ha cumplido. Además, también destacaron la repercusión en medios y redes sociales.
El broche a la semana comenzó a ponerse a las diez de la noche en una gala esperada por la expectación pero nostálgica por ser la última.
Sobre el escenario, una bicicleta estática y un ojo gigante, es decir, más desconcierto que empezó a despejarse cuando Lord Sassafras hizo sonar la música y Fernando Medel inició el juego de luces. Por la escalera de la fachada exterior del CBC comenzó el descenso una pareja a la que dieron vida los actores aragoneses, Laura Contreras, que ejerció de presentadora toda la semana, y Alfonso Desentre, diseñador de la cita.
Pusieron voz a las palabras de Luis Buñuel. «Los restos de la estrella que quedaron entre tus cabellos. Crujían como cáscara de cacahuete la estrella cuya luz descubriste hace ya un millón de años en el instante mismo en que nacía un diminuto niño chino. Los chinos son los únicos que no temen los fantasmas que todas las noches a las doce nos salen de la piel».
Recitando el poema «Al meternos en el lecho» alcanzaron el escenario y sonaron los primeros ganadores, en este caso, los cortometrajes. «Identity Parade», de Gerard Freixes Ribera, fue el segundo premio. El primero fue para el murciano Pablo Jordán por «Studio Pasolini».
La gala siguió girando en torno a la película «Un perro andaluz», con más poemas y más imágenes hasta que llegó el turno de los Largometrajes. El primer premio fue para «Las elegidas», de David Pablos sobre trata de blancas. El segundo premio se quedó en Aragón con «Análisis de sangre azul», película dirigida por la oscense Blanca Torres y el salmantino Gabriel Velázquez.
El documental «María Moliner. Tendiendo palabras», de Vicky Calavia proyectada en Largometrajes Aragón se hizo con el Premio del Público.

Los últimos momentos de la gala fueron para Guillermo Arriaga. El alcalde, que hizo su aportación debido al parecido que guarda con el mismísimo Buñuel, le entregó el galardón. «Me siento uno más, después de dos días aquí, me voy feliz y con muchos amigos», dijo. «Imagino que los de Calanda nacemos donde queremos, ¿no?», dijo llevándose la aprobación y el aplauso.

Sentido recuerdo a Santiago Meléndez
Una vez entregados los premios, Desentre tomó el micrófono. «Me salgo del personaje», anunció. Con su voz grave recordó a Santiago Meléndez. Se proyectaron fragmentos de «Buñuel, Lorca, Dalí», una obra en la que el actor turolense interpretaba precisamente al calandino.
La casualidad quiso que la gala coincidiese con el primer mes del aniversario de su prematura muerte. «Ha sido mi maestro. Hablaba de que Teruel era la esperanza y el futuro y el último sitio al que quiso venir fue Calanda pero ya no llegó», dijo antes de lanzar un brindis por él.
Con 2018 en la cabeza
Con el festival cerrado toca mirar al frente. «Estoy muy contento», dijo el alcalde, José Ramón Ibáñez, fuera del escenario. «Este año ha sido el de mayor repercusión y creo que en 2018 debemos ir profundizando en las líneas marcadas desde el nuevo patronato», dijo. El patronato, cabe destacar, está integrado por Ayuntamiento, Caja Rural, Comarca del Bajo Aragón, DGA y DPT.
«Hay que seguir llegando a los colegios e institutos y enganchando a gente de la comarca. Este año ya he visto a más gente de otros pueblos y eso es lo que queremos, porque Buñuel es de todos, y espero que a la gente de Calanda le haya gustado, que es el primer objetivo», añadió.
Ibáñez es ambicioso en algunos aspectos, como por ejemplo, en el de empezar a extender colaboraciones. Una de ellas es la que se ha llevado a cabo con la Asociación de Turismo Bajo Aragón, que se encargó de elaborar una tapa. «Creo que ha sido una gran colaboración que por qué no extender a nivel provincial», dijo.
También hay ideas que madurar, entre ellas, la posibilidad de contar con rostros conocidos. «El año pasado tuvimos a Eduardo Noriega y estaría bien trabajar más eso», dijo.
El director del Festival, José Ángel Guimerá, recogió el guante. «Si confían en mí, adelante con 2018», dijo y añadió más aspectos. «Con mayor presupuesto podemos aspirar a facilitar el desplazamiento de más creadores, por ejemplo, hay muchas cosas que mejorar y que se pueden ampliar».
También destacó el trabajo por mejorar la parte internacional. «Asegurar que todo tenga las opciones, al menos de Inglés y Castellano», añadió. Aseguró estar «más que satisfecho» ya que ha tenido la repercusión deseada en Calanda y los alrededores y en concursantes, ya que algunos se cruzaron el país. «Valorar a Buñuel puede suponer ponernos en el mapa dentro del cine y las vanguardias artísticas», concluyó.
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