Caja Rural de Teruel celebró este jueves por la tarde su asamblea general anual. David Gutiérrez, director general de la cooperativa de crédito, realiza un balance de lo que dio de sí esta asamblea y de los principales aspectos que la protagonizaron. Además, destaca la labor del presente de la Caja y también del plan de estratégico a desarrollar hasta el próximo 2025. Durante la asamblea, también se homenajeó a Ángel Espinosa, subdirector de la caja, por sus 43 años de entrega de trabajo comprometido.
¿Qué asuntos protagonizaron la asamblea?
Tocamos bastantes puntos. La parte fundamental fue dar cuenta del ejercicio 2022 y de la ejecución del plan estratégico que precisamente terminó en ese ejercicio pasado y que iniciamos en el año 20. Por otra parte, dimos cuenta del nuevo Plan Estratégico que hemos elaborado para el periodo 2023-25. También abordamos otra serie de puntos ya un poco más administrativos y técnicos al margen de una serie de reconocimientos y homenajes que hicimos al final de la asamblea.
¿Qué balance del ejercicio 2022 hacen desde la Caja?
Hemos cerrado un 2022 mejor de lo esperado en la parte cuantitativa y también en la parte cualitativa. Hemos cumplido con los principales objetivos que nos autoimponíamos en el Plan Estratégico 2020-23. La Caja pudo cerrar el ejercicio de 2022 con un resultado antes de impuestos de 6,2 millones de euros lo que mejora casi un 47% el resultado del año del año 2021. El resultado final del ejercicio es de 4,3 millones de euros habiendo destinado al fondo de educación y promoción, el fondo social de la Caja, aproximadamente 400.000€ para aportaciones de todo tipo de iniciativas culturales, deportivas y sociales. Estos serían los grandes números, cerramos también reduciendo la tasa de morosidad en un 23%; mejorando el ratio de solvencia y liquidez . Además, dimos cuenta de los diferentes negocios de la Caja en el área de fondos de inversión y de seguros agroalimentarios que tan importante son para nosotros. Estamos bastante satisfechos del esfuerzo realizado y se ha podido reflejar en los resultados obtenidos.
Habla de fondos sociales, de apoyo en cultura, educación y deporte… En cierta medida, estos beneficios también suponen un importante retorno para la sociedad turolense.
Sí, efectivamente. Somos una entidad financiera que jugamos en el mismo campo, pero con diferentes conceptos. Somos banca cooperativa y social, de estar muy apegados al territorio. La máxima expresión de esta filosofía de trabajo la recogen los fondos sociales. Por poner una cifra, el año pasado fueron casi 400 iniciativas las que llevamos a cabo. Sin ir más lejos, hay que decir que este pasado miércoles hemos vuelto a colaborar con el curso de Periodismo que se realiza en Alcañiz en verano donde estamos encantados de colaborar a través de la Fundación Antonio Gargallo. En definitiva, este es uno de los motivos por el cual salimos ilusionados a trabajar. Aproximadamente el 10% de los beneficios que obtenemos lo destinamos precisamente a este fondo social. Además, más o menos el 95% se quedan en la provincia. Hay aportaciones de todo tipo y repito para nosotros es uno de los motivos mayores de satisfacción y generadores de ilusión.
Venimos de la pandemia, continuamos con la Guerra de Ucrania y con la inflación. ¿Son positivos de cara al futuro?
Precisamente ayer comentamos que, teniendo en cuenta todo lo que hemos vivido en estos 3 años, hemos sido capaces de superar con éxito todas esas vicisitudes que nombra. Yo creo que este año, a pesar de todo, hay que ser mucho más optimistas que en el año 2020. Hay que recordar que en ese 2020 iniciamos el Plan Estratégico y en marzo nos vino el COVID. En febrero del año pasado comenzó la guerra de Ucrania y la inflación empezó a subir. Los tipos de interés ahora tienen unos niveles que sin ser alarmantes no se parecen en nada a los del año 2020. Las perspectivas para este año 2023, en general, son mucho mejores. La Caja en el primer trimestre nos ha presentado resultados positivos, pero, ahora bien, hay mucha incertidumbre y hablar de previsiones sería un poco temerario porque el mundo cambia por semanas. Indudablemente todos hemos vivido situaciones muy complicadas, pero yo siempre me quedo con lo positivo. Si hemos sido capaces de ir sorteando todas estas vicisitudes tenemos que ser optimistas para el futuro. A nivel de la banca nos han puesto a prueba por muchos motivos. Hay que sumar -y el Bajo Aragón sabe de lo que estoy hablando- los problemas que nos han traído las inclemencias meteorológicas. En el sector primario, por ejemplo, Andorra sufrió el temporal con un alto índice de siniestralidad en viviendas locales. Ahí la Caja también ha dado el do de pecho indemnizando con más de 5.000.000 € en el sector agrario y en el de seguros generales. Han sido 3 años muy intensos, pero me quedo con la parte positiva.
¿Cuál es la línea estratégica a seguir a partir de ahora?
Las líneas principales que nos hemos planteado son, por un lado, continuar igual con las cosas que estamos haciendo bien y, por otro lado, poner el acento en áreas de mejora que tenemos, como, por ejemplo, en eficiencia. Luego, marcarnos una diferencia con la competencia en el trato personalizado y también hemos apostado muy mucho por el negocio agroalimentario. Abrimos un modelo de oficina que es único en Aragón, como es la oficina AgroRural. Hemos hecho un acuerdo de colaboración con una compañía de tecnología para poder dar el mejor servicio en los cuadernos de campo digitales y esa puesta por el negocio agro sigue siendo fundamental en nuestro plan estratégico. Luego otra línea también fundamental es una oficina virtual que hemos abierto con personal propio de la caja que ya está dando resultados muy positivos y también nos estamos centrando mucho en el público joven al que ya se venía apoyando. Yo diría que los ejes principales es seguir haciendo lo que estábamos haciendo bien hasta la fecha, la reducción de la morosidad, por supuesto, la oficina digital que hemos montado y la puesta por acompañar al agricultor y al ganadero en todo su negocio agroalimentario.
Habla de la digitalización y de acercarse a los jóvenes. Recientemente también hemos visto la actualización la app para móviles de la Caja para hacer del servicio uno más sencillo y útil.
Sí, pero que nadie se equivoque. La Caja siempre va a apostar por encima de todo por el servicio de trato personalizado. Es nuestra seña de identidad. Cuando hablamos de las tecnologías que estamos poniendo a disposición de los clientes hay que entenderlo siempre como un complemento y como un canal alternativo que nos demanda parte de nuestra clientela. Nunca vamos a sustituir el trato personal que tenemos a las oficinas por los canales tecnológicos. Han sido muchos cambios en los últimos meses y yo creo que esto nos va a permitir ahora afrontar precisamente este 2023 con mucha tranquilidad en el servicio de calidad que queremos dar a nuestros clientes. La Caja está a la vanguardia, pero vemos a la tecnología como un complemento y un apoyo para los clientes.
También hace cuestión de unos días presentaban el servicio ‘8 estrellas’. ¿En qué consiste?
Desde Caja Rural, jugando con la estrella Mudéjar, hemos hecho un juego basado en 8 compromisos, que ya lo estamos llevando a cabo porque nos viene de serie y esto es marca de la casa. Queremos que la gente no tenga dudas de cómo le vamos a tratar cuando entra a una oficina de Caja Rural cómo. Esos compromisos van desde tratar a gente con amabilidad y una sonrisa, a tratarla con proximidad… Yo me quedo quizás con el tercer principio que consiste en tratar a las personas mayores como si de nuestros padres se tratasen. Nosotros ni le vamos a decir a un señor que nos pida una cita previa ni le vamos a mandar a un canal online pudiendo tener el trato personal en la oficina. Este servicio 8 estrellas consiste en poner negro sobre blanco en nuestra forma de trabajar y dejarlo de manifiesto de cara a la sociedad. Invitamos a los no clientes y a esas personas que se sienten que no están siendo atendidas de la manera que les gustaría que nos conozcan.
Hablemos de homenajes. Ha habido importantes en la asamblea y algunos, como el de Ángel Espinosa por su trayectoria, fue muy especial.
Sí, ya lo creo. Llevamos a cabo tres tipos de reconocimientos. El primero fue hacia el Colegio de Farmacéuticos de la provincia. Hemos pretendido reconocer en este caso a un colectivo con el que tenemos bastantes similitudes en cuanto a filosofía y principios de trabajo. El Colegio de Farmacéuticos está englobado por más de 100 farmacias y de estas un alto porcentaje desarrollan su labor en poblaciones de menos de 600 habitantes en Teruel. Entendemos muy bien la labor que están haciendo las farmacias en el ámbito rural porque precisamente nuestras sucursales hacen una similar. Un farmacéutico de un medio rural aparte de un parte de ser farmacéutico actúa de psicólogo, actúa de médico y muchas veces combate un problema en el mundo rural que es el de la soledad de las personas mayores. No se nos ha ocurrido mejor manera de reconocimiento que hacerlo de manera expresa en la asamblea. El segundo reconocimiento fue para empleados que cumple 25 años en la Caja. Esto es una tradición ya y que reconoce el compromiso de nuestros empleados y la fidelidad que tienen. El tercer reconocimiento fue para una persona muy reconocida en todo el Bajo Aragón e incluso toda la provincia como es Ángel Espinosa, subdirector general de la Caja y director de negocios y quien lleva ya 43 años trabajando por y para la Caja. Fue un acto sorpresivo porque lo hemos llevado en secreto. Consistió fundamentalmente en reconocerle públicamente su dedicación, el haber sido testigo y protagonista del desarrollo de la Caja y de la provincia. Editamos un libro de archivo fotográfico que nos hizo el grupo Perruca y la proyección de un vídeo que recogía precisamente este archivo fotográfico con una música. Ha sido muy emotivo. Tampoco quiero dejar de mencionar el nuevo vídeo corporativo que proyectamos al principio de la reunión. Ha contado con la colaboración de 174 empleados que los 200 que formamos parte de la plantilla. Yo creo que define muy bien lo que es la Caja y el futuro que queremos. Lo hemos rodado en el territorio, con empresas del territorio. Hemos grabado en el Alto de Javalambre a casi 2000 metros de altitud y dónde salen los empleados de la caja y donde vemos que hay presente y futuro. De cara al futuro hay que ser optimistas. Pueden pasar muchísimas cosas como hemos visto durante este tiempo atrás, pero si no hubiera nada extraordinario creo que va a ser un ejercicio positivo para la provincia y para la Caja.