La cuarta página de nuestra sección ‘Diario de un confinamiento’ la escribimos junto a José Manuel Lorente, enfermero de la Residencia de Mayores de Valderrobres y del área sanitaria del centro de Salud de la capital del Matarraña. Lorente nos explica los principales temores que sienten ante esta crisis global del coronavirus y sobre todo las excepcionales medidas sanitarias y de aislamiento que ya tomaron antes de la declaración del estado de alarma. Su testimonio es más valioso aún, si cabe, por su amplia experiencia en hospitales y en servicios de urgencias en Zaragoza y en el Cínico de Valencia.
¿Cómo te encuentras? ¿Cómo estáis todos los trabajadores de la Residencia?
De momento ‘estamos’. Todos vivimos con una tensa calma, siguiendo todas las noticias que nos llegan y, eso sí, sin alarmismos, pero muy preocupados por la situación actual, especialmente en núcleos grandes de población. De momento ahí estamos. Con una tensa calma y siguiendo los acontecimientos.
A todos nos ha cambiado la vida pero imagino que a vosotros todavía más...
Así es. A todos nos ha cambiado pero creo que en nuestro caso más si cabe. Estamos aquí al pie del cañón y tenemos que tomar unas medidas de prevención que si a nivel de calle ya están siendo considerables, aquí están siendo muy muy duras. Somos los encargados de cuidar y proteger al colectivo más vulnerable en esta pandemia y tenemos que estar aquí. Si nosotros fallamos va a ser difícil contener esto. Nos ha cambiado mucho la vida y esto nos va a servir de ejemplo.
¿Vivís con la preocupación de poder contraer la enfermedad?
Como te decía, sí, mucho. Con gran preocupación pero sin alarmismos. Nosotros desde antes de que los organismos de Salud Pública tomasen medidas, ya decidimos tomar serias medidas de protección y restricción de visitas. Semanas antes las redujimos sustancialmente, y días antes de la declaración del estado de alarma las suprimimos totalmente. porque la población que vive dentro de la residencia son personas con problemas de cardiopatías, broncopatías, diabetes, hipertensión y corren un gran riesgo. También se están dando casos en jóvenes, pero la tasa de enfermos graves es muchísimo mayor en personas mayores. Fue una medida drástica pero todo el mundo lo entendió.
¿Cómo lo están viviendo todos aquellos residentes que son plenamente conscientes de lo que está ocurriendo?
Con preocupación también. Pero a la vez nosotros, los sanitarios, debemos ser los transmisores de que no exista alarmismo. Tenemos que trasladar esa preocupación a nuestros residentes pero sobre todo tenemos que ser capaces de transmitir calma. La gente lo vive con esa lógica preocupación, pero hasta el momento vamos bien. Hicimos hace pocos días un vídeo para que los familiares lo pudiesen ver a través de WhatsApp. Estamos abiertos a que los familiares llamen las veces que quieran. Ayer hicimos varias videoconferencias… en resumen, que estén tranquilos que estamos haciendo lo posible para que todo salga bien.
¿Crees que esto nos servirá para valorar más a nuestros mayores?
Yo creo que sí. Pero no solo a nuestros mayores. A lo mejor tenemos que empezar a hablar de otras cosas. Quizá esto nos sirva para cuidar más a nuestros pequeños, a la naturaleza y vivir a otro ritmo. No sé qué pasará pero creo que puede ser una oportunidad para cambiar muchas cosas. Es solo una opinión personal. Por ejemplo, tengo nietos y creo que los niños son por un lado los que más caso están haciendo, porque tienen una capacidad de adaptación enorme, pero por otro lado son los que peor lo están pasando.
Tienes una amplia experiencia en hospitales de referencia de todo el país como Valencia y Zaragoza, ¿qué sientes cuando se sale a aplaudir a los sanitarios?
Lo vivo con alegría y nostalgia. He visto vídeos impresionantes de sitios en los que he trabajado. Vi hace unos días uno del servicio de urgencias del Clínico de Valencia, donde estuve de enfermero y supervisor y lo cierto es que me emocioné muchísimo. Esto está siendo emocionante y me da fuerza para seguir haciendo mi trabajo.
¿Sentís miedo por vosotros y por vuestros residentes?
Todos tenemos miedo. Yo el primero. Pero tenemos que ser sensatos, transmitir paz a todo el personal. Como te he dicho tenemos que ser los transmisores de buenos consejos y dar ese apoyo. Yo agradezco los aplausos que recibimos, pero nosotros tenemos que aplaudir a todas esas personas que se quedan en casa. Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a todas las personas, ayuntamiento y empresas de la comarca que, incluso fuera del área de salud de Valderrobres, están ayudando confeccionando, transportando y donando mascarillas. Es primordial contar con esos EPIs para que, si esto se desmadra, podamos saber que contamos con ellos. A todos ellos, como sanitario ¡gracias por vuestra inestimable colaboración!
Animo José Manuel y a todos los sanitarios del CS de Valderrobres. Gracias y fuerza en estos momentos tan difíciles.