El choque frontal del sábado en Híjar, en el que murió un vecino de Beceite, vuelve a poner el foco por enésima vez en la necesidad de acometer la autovía A-68, que acumula 18 fallecidos entre Zaragoza y Alcañiz desde 2015. El beceitano es la tercera víctima mortal en un tramo sin desdoblar de la N-232 en Aragón en este año. En julio un camionero murió en Pedrola y a finales de septiembre un joven de 28 años falleció en un accidente entre dos furgonetas, una de ellas de Calanda, en Fuentes de Ebro.
Pese al incesante goteo de muertes y accidentes con víctimas esta vía sigue avanzando a pasos de tortuga en el Ministerio de Fomento. Hace 16 años que no se desdobla un tramo de la A-68 en Aragón desde los 10,6 kilómetros entre el Burgo de Ebro y Zaragoza que inauguró en 2003 el por entonces ministro Francisco Alvarez Cascos. 16 años después lo único que ha avanzado es el cuello de botella de la N-232 entre Ráfales y el límite con Castellón pero no para desdoblarse sino simplemente para que este tramo tenga aspecto de una nacional y no de un camino con asfalto del siglo pasado. Más de dos décadas de paralizaciones, vicisitudes y escasa voluntad política por parte de gobiernos de todos los colores tuvieron que pasar para terminar con 17 kilómetros que impedían la correcta comunicación entre el este de Aragón y el norte de la Comunidad Valenciana y lastraba las posibilidades de desarrollo del Bajo Aragón, el Matarraña y el norte de Castellón.
Ahora la única obra en marcha es la mitad del proyecto del tramo castellonense pero con el mismo objetivo que el de Monroyo. No para desdoblar la carretera sino para terminar con las cerradas curvas del Puerto de Querol, con incluso un pequeño puente, el de la Bota, por el que no pueden pasar coches en más de un sentido a la vez pese a ser una carretera nacional.
La plataforma, sin reivindicar
Lo cierto es que la ausencia de Gobierno Central supone una piedra más en los casi nulos avances de la A-68. No obstante, tampoco se ejecutan las escasas partidas con las que se cuenta pese a que en otras zonas de España sí que se están desbloqueando infraestructuras.
2019 pasará como otro -de tantos- año muerto para el tramo bajoaragonés de la futura autovía A-68 y tampoco se está reivindicando por parte de la plataforma A-68 ¡Ya!. Esta entidad nació hace más de dos años liderada por cargos socialistas del eje aragonés, se ha ido definflando y no ha hecho ninguna acción pública más allá de dos reuniones a bombo y platillo para su constitución.
En cuanto a la carretera, no se conocen avances desde que en marzo Fomento emitió una orden para dar prioridad a tres de los seis subtramos en los que dividió el eje: los de Fuentes-Quinto, el Regallo-Alcañiz y Alcañiz-las Ventas de Valdealgorfa. No obstante, esta orden no tiene ningún valor si no se dota de presupuesto a la licitación de los tres proyectos de obra, actualmente parados por falta de financiación.
Hace un año se desbloqueó la autovía A-68 del tramo de Fuentes de Ebro a las Ventas de Valdealgorfa, después de una década durmiendo el sueño de los justos en Madrid con la aprobación de la declaración de impacto ambiental. Un paso que se dio con el PSOE en La Moncloa pero que desde el PP también reivindican aludiendo a que se dieron los pasos para el desbloqueo bajo su mandato. Posteriormente, en enero el Ministerio de Fomento aprobó el estudio informativo.
El Burgo tendría que estar ya licitado
Más adelantado está el tramo de El Burgo-Fuentes, aunque sigue sin arrancar. El mes pasado Fomento aprobó el proyecto de construcción con un presupuesto de 79.600.428 euros aunque sin fecha de licitación pese a que el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, dijo a principios de este año en una visita a Zaragoza que una de sus prioridades era sacar a concurso las obras en este 2019.