Demostrado queda que el alabastro es un buen soporte sobre el que pintar. Tras cuatro meses de investigación, Rubén Vidal ha dado una nueva vida a las placas que se retiraron de la sede de la Comarca del Bajo Martín tras varios desprendimientos. Desde la institución comarcal se encargó al Centro Integral para el Desarrollo del Alabastro (CIDA) lograr darle otros usos a decenas de placas cuyo destino iba a ser el vertedero.
El artista alcañizano se ha encargado desde enero de indagar y de desarrollar un proyecto expositivo que represente a los nueve pueblos. Lo hará a través de las nueve musas y el río Martín con una propuesta que ya está terminada a falta de ultimar algunos detalles. No obstante, el resultado final se desvelará en el momento de la puesta de largo todavía sin fecha. «Se han trabajado todas a la vez para dotarlas de unidad pero son individuales entre sí, se pueden exponer juntas o por separado», dice. También se adaptan a un lugar de exposición fijo o itinerante, «una de las filosofías del CIDA», ya que se trasladan con facilidad. Se han pulido de los cantos de cada placa que se enmarcarán y estarán retroiluminadas con una caja de luz.
Vidal ha trabajado con óleo aplicado con muñequilla, que es lo que hace que penetre bien. «Es una técnica muy interesante porque consiste en trabajar en óleo con concepto de acuarela, de forma que los blancos más intensos se consiguen por falta de materia y esto afecta solo cuando el alabastro es retroiluminado», reflexiona. El resultado es una obra en una porque se puede ver con visión frontal o con retroiluminación. Dando luz es como se aprecian todas las vetas y formas del alabastro y le añade un valor extra al colorido y a las formas. El artista ha aprovechado muchas de esas venas y vetas para dejarse llevar. «Me reafirmo en que es un material que de alguna forma habla contigo o te sugiere posibles formas y tonos», añade. Con este trabajo ha descubierto su delicadeza y nobleza. «Hay que ser muy sutil para ir eliminando con lija o trapo y disolvente los errores, pero sigue siendo un material muy noble que te permite siempre corregir y te permite ser siempre fresco en el movimiento», comenta.

El proyecto acaba pero a su investigación le quedan ocho meses todavía. De hecho, se lleva varias piezas para una exposición en Luxemburgo. «Además de promoción del material y el CIDA, se da salida a una opción que no ha sido contemplada hasta ahora, como es el alabastro como soporte pictórico», concluye.