La renovación de la vieja flota de autobuses de Alcañiz, con continuos problemas desde hace años, se retrasará debido a que el concurso público para adquirir dos nuevos vehículos ha quedado desierto. Es decir, ninguna empresa se ha presentado en tiempo y forma a la licitación del Ayuntamiento alcañizano.
Ahora el Consistorio volverá a sacar a concurso el renting realizando algunas modificaciones en el procedimiento. La falta de interés de las empresas retrasará el estreno de los autobuses ya que hay que volver a sacar a concurso el alquiler-unos tres meses- y en caso de que se adjudique, las empresas tendrán por contrato seis meses de plazo para entregar los autobuses.
El cambio de estos vehículos es muy necesario ya que los dos autobuses que actualmente prestan servicio son antiguos y con asiduidad se estropean, lo que ocasiona problemas para los usuarios ya que se cancela el servicio, y también para la economía municipal por las sucesivas facturas de los talleres.
Opción a compra
El Ayuntamiento escogió la fórmula del renting para contar con dos nuevos vehículos para el transporte de viajeros que sustituyan a los actuales. En el pleno municipal de diciembre se aprobó sacar a licitación un contrato de más de 7.000 euros más IVA al mes por los dos autobuses y a un total de 683.000 euros en el total de los siete años. Al finalizar, había opción a compra por la cuota que se había abonado. De esta forma se evitaba realizar el importante desembolso inicial, que podría ser de 700.000 a 800.000 euros, ligeramente superior al coste de los siete años de alquiler.
Se licitó el alquiler de un minibus en el que caben 13 personas sentadas y otras tantas de pie; y el de un autobús con 23 asientos y capacidad para 39 usuarios de pie. El minibus, que realiza la ruta por el centro de Alcañiz, salió a concurso por 50.652 euros y el bus grande, que conecta el resto de la localidad y las pedanías de Valmuel y Puigmoreno, por 67.914 euros.
Los nuevos vehículos, que serán híbridos y con climatización, estarán adaptados para personas con movilidad reducida. Deberán contar con salida asistida con rampa eléctrica y capacidad para dos sillas de ruedas.
Ya se intentó sin éxito
No es el primer procedimiento fallido. En la pasada legislatura ya se intentó renovar la flota de autobuses mediante la externalización del servicio al considerar que era la opción que mejor mejoraría las prestaciones y que saldría más económica, pero el proyecto no salió adelante por falta de acuerdo entre los socios de gobierno. El PAR no apoyó la medida planteada por el PP.