La línea de meta del Circuito urbano Guadalope ha vuelto a ver formarse una parrilla de salida a forma de exhibición por parte de coches clásicos y actuales de competición este viernes. Cientos de alcañizanos han arropado la iniciativa a lo largo de su recorrido, desde la avenida Aragón, pasando por la curva del Embudo, hasta llegar a la plaza de España donde los vehículos han quedado expuestos y sus pilotos han firmado autógrafos para todos los aficionados.
Una jornada llena de emociones comandada por el Real Automóvil Club Circuito Guadalope, que ha reunido a anteriores y nuevas generaciones bajoaragonesas apasionadas por el rugido de los motores. Su presidente, Jesús Baquero, ha destacado que es un momento «ilusionante», a su vez que divulgativo para «mantener la historia viva del Circuito Guadalope». Para él, miembro de la organización con diferentes cargos durante la cronología del trazado, el primer recuerdo que tiene al volver a ver los coches en la salida es el final de la jornada de carreras, «el momento de la última bandera a cuadros en el que te abrazabas con las juntas directivas y soltabas la tensión acumulada de toda la semana era lo más gratificante de todos los que he vivido«.
Motorland Aragón recibe este fin de semana la visita del Racing Weekend, una competición de la Real Federación Española de Automovilismo que aglutina tres de los certámenes más importantes del panorama nacional, el TCR Spain y el Campeonato de España de Turismos RACE, el Campeonato de España de Fórmula 4 y la Copa Saxo 8V. Y que es lo más similar a lo que se competía en el histórico trazado alcañizano.
Este homenaje al Guadalope ha contado con la presencia del actual líder del Campeonato de España de Turismos CET RACE, Erik Zabala, a bordo de su Honda Civic Type R CET del equipo MRT; con el barcelonés Tony Herrerías, con el Peugeot 308 CET de UCAV Racing; y con la figura de Tony Albacete, nieto e hijo de Antonio Albacete campeones históricos del trazado, con su vehículo de la Copa Saxo 8V.
Tony se ha convertido en la tercera generación de los Albacete que toma salida desde la parrilla del Circuito urbano Guadalope. Para él ha sido un encuentro único en el que se ha sentido «emocionado» y «muy bien arropado» por la afición. También ha querido rememorar el histórico circuito con algún recuerdo que su padre le ha transmitido, «los momentos previos a la carrera eran únicos porque se involucraba todo el pueblo«.
La actualidad del campeonato ha compartido escenario con coches de competición que dejaron seña en los casi cuatro kilómetros del antiguo trazado. Un Alfa Romeo 155 como el pilotado por el campeón de España Luis Villamil en el año 1993, un Alfa Romeo 33 y un vehículo de la Copa Saxo, antesala a la actual, que compitió por trazado urbano entre 1996 y 1999. Estos vehículos de competición serán pilotados por sus actuales propietarios, Manuel Murillo, José Javier Calvo y Eduardo Ballester.
Un Alfa Romeo 33 como el que dejó seña ha vuelto a reencontrarse con el «Correcaminos». Jaime Sornosa, que ha estado presente en la jornada vespertina, se ha mostrado emocionado destacando que «lo mejor de Alcañiz no es el circuito, es la gente, que tiene un afición inigualable e incomparable al resto«. Para el expiloto es»«maravilloso» volver a pisar el trazado alcañizano que añadía «que este ambiente no lo respiras en otro circuito de España».
Coches y pilotos junto a la actividad de Greenpower Iberia han puesto fin a la actividad tras dos horas para dar paso al Racing Weekend, que se disputará este 3 y 4 de septiembre en Motorland Aragón donde se podrán ver auténticos cara a cara con la participación de la piloto local Laura Aparicio en la Copa Saxo V8.