Caja Rural de Aragón celebró el pasado viernes la Asamblea General de forma telemática por vez primera en su historia, motivada por la situación generada por el covid. En ella la entidad financiera presentó los resultados del ejercicio 2019, que cerró con un beneficio después de impuestos de 4,2 millones de euros.
Esta novena Asamblea puso fin al proceso iniciado con las Juntas Preparatorias que se realizaron entre el 19 y 20 de octubre en Barbastro, Logroño, Tarazona, Monzón, Ejea de los Caballeros, Calatayud, Cariñena, Huesca, Sabiñánigo, Zaragoza y Caspe. Todas se desarrollaron con normalidad y siguiendo las recomendaciones sanitarias. De ellas salieron los delegados que participaron en esta Asamblea.
Luis Olivera, presidente de Caja Rural de Aragón, quiso recordar «a todos los fallecidos por el covid» y de agradecimiento «al esfuerzo que están realizando nuestros sanitarios, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y la ciudadanía en su conjunto, que ofrecen muestra de una gran firmeza y compromiso para salir adelante ante el coronavirus». Concluyó «agradeciendo a todo el equipo humano de Caja Rural de Aragón su labor, demostrando una vez más su gran capacidad día a día y mucho más en estos momentos».
En las Asamblea se aprobaron por unanimidad los puntos del día, entre los que destaca el Informe de Gestión correspondiente al 2019. El pasado año la entidad concedió más de 13.700 operaciones de préstamo y crédito, con un volumen superior a los 600 millones de euros de las cuales el 45% se destinaron al sector agroalimentario -segmento tradicional de actuación de Caja Rural de Aragón- contribuyendo a la reactivación de la economía y actuando como dique de contención ante la despoblación. Un año más los agricultores y ganaderos volvieron a confiar en esta entidad, siendo líder en Aragón en la domiciliación de la PAC. De hecho, una de cada dos solicitudes que se realizan en la comunidad se hicieron a través del Grupo Caja Rural.
El director general, Luis Ignacio Lucas, expuso las cuentas del año 2019 destacando la evolución del ratio de solvencia, incrementándose hasta el 15,24%, siendo 90 puntos básicos mayor al del ejercicio anterior. Esta cifra da muestra de la solidez de la entidad. También se encuentra en una situación holgada de liquidez, con ratio de liquidez a corto plazo del 368% y un ratio de inversión sobre financiación del 84%. Respecto a la eficiencia recurrente esta se situó en el 2019 en el 64%. La eficiencia de las cajas rurales tradicionalmente siempre ha estado ligeramente por encima de la media del sector financiero debido al modelo de negocio rural.
La transformación tecnológica de Caja Rural de Aragón se ha visualizado en el desarrollo de las Juntas Preparatorias y la Asamblea General. Todo el proceso ha sido digitalizado, utilizando por vez primera tecnología blockchain, asegurando la integridad del dato en todo momento. «Continuamos apostando por las nuevas tecnologías, pero sin renunciar a la banca tradicional, con un asesoramiento personal basado en nuestros valores: cercanía, sencillez, colaboración y entusiasmo. Las personas, como foco principal de nuestro negocio. Nuestra principal razón de ser», explicó Lucas.
Caja Rural de Aragón contó al finalizar el ejercicio 2019 con más de 116.100 socios y prácticamente 280.000 clientes en Aragón, La Rioja y la provincia de Lleida, gestionados por un equipo de 715 personas desde 222 oficinas. Tal y como comentó Lucas «la prudencia, la cobertura de los activos irregulares y el reforzamiento de la solvencia van a ser factores decisivos para poder hacer frente a la crisis económica».
Durante los últimos meses, Caja Rural de Aragón ha vuelto a destacar en su ayuda y colaboración con las personas para superar la crisis sanitaria. Desde el mes de marzo la entidad puso diferentes líneas de financiación a disposición de los autónomos, las pymes y las grandes empresas. Han sido muchas y variadas las medidas adoptadas para apoyar a las personas durante estos meses: moratorias hipotecarias, anticipo del abono de la pensión, desempleo o ERTES, eliminación de comisiones o aplazamientos de compras. Lucas recordó el «esfuerzo realizado para preservar lo más importante: la salud de los equipos humanos, de los clientes y socios, creando espacios seguros».
Durante la Asamblea se informó de las actuaciones llevadas a cabo a través de la Fundación Caja Rural de Aragón, retornando a la sociedad parte de sus beneficios mediante el apoyo a proyectos sociales, culturales, deportivos y de desarrollo del medio rural. En 2019 se llegó hasta más de 54.000 personas a través de la Fundación, 30.000 de ellas en el apartado de Acción Social. En este punto se enmarcan los programas de «Micro Ayudas», destinados a proyectos sociales que contribuyen a una sociedad mejor, y las «Becas Excelencia» para jóvenes. Todas estas actividades se realizaron en cerca de 60 municipios.
Dentro de su cadena de valor, la entidad aragonesa forma parte de la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (UNACC), del Grupo Caja Rural, así como de la Asociación Española de Cajas Rurales y del Banco Cooperativo, uno de los principales grupos financieros del país.
Crítico dice
Normal que tengan beneficios, por las hipotecas firmadas por Caja Rural con cláusula suelo, desde luego que ayudan a aportar beneficio, engañando al personal por supuesto,