La histórica y reconocida sanantonada de la Santa Encamisada de Estercuel y sus vecinos están de enhorabuena después de ser reconocidos con el premio nacional de tradiciones populares por parte de la Sociedad Española de Antropología. Así se lo hicieron saber al consistorio estercolino en la pasada Semana Santa. Recogerán el premio en la segunda semana de junio.
Con este galardón, la Sociedad Española de Antropología y Tradiciones Populares se fija en el Bajo Aragón después de premiar en los últimos años a otras actividades culturales como los danzantes de Camuñas, la Asociación de Astures y Romanos de Astorga y a la Asociación Cultural Amigos de la Vijanera.
Según explica Joaquín Lahoz, alcalde de Estercuel, esta noticia ha sido recibida con «una inmensa felicidad» en el pueblo porque pone en valor la implicación y el trabajo que realizan los vecinos. «Ha costado muchísimo esfuerzo. La gente ha puesto de su parte para recuperar las tradiciones desde hace 100 años hasta hoy. Hacemos lo mismo que hace un siglo, pero de forma mejorada. Ya contábamos con el reconocimiento a nivel regional pero obtener un reconocimiento nacional no es nada fácil», destaca Lahoz.
La consecución de este premio se empezó a fraguar en la edición de este 2023 de la Encamisada. A la misma, entre centenares de asistentes, acudieron varios miembros de la Sociedad Española de Antropología y Tradiciones Populares. Dicho y hecho, está claro que no se fueron descontentos. «La Encamisada no es una fiesta normal, es muy diferente a lo que se hace en otros pueblos y eso no pasa desapercibido», terminó el primer edil.
Una tradición diferente
Estercuel celebra la sanantonada de la Santa Encamisada en el mes de enero. Esta fiesta, la más destacada y especial para el municipio de la Comarca Andorra-Sierra de Arcos está además declarada de Interés Turístico en Aragón.
Como curiosidad, cabe destacar que la procesión de la Santa Encamisada se realiza en sentido contrario al resto de las procesiones debido al significado pagano de la fiesta. Además, la festividad (que comenzó a finales del siglo XIX) arrancó con un par de hogueras, pero en la actualidad ya son una quincena.
Durante la misma, los fiesteros, a caballo, inician el recorrido en la Plaza de la Iglesia siguiendo así a los portadores de los tederos, los gaiteros y el procurador, el Rey, el Conde y los Mayorales. Tras ellos, el resto del pueblo van sobrepasando las llamas de cada una de las hogueras.