La semilla que simbolizará la recuperación del garbanzo de Casa Celma de La Portellada, comenzó el sábado a germinar. Varios vecinos de la localidad procedieron a la plantación de esta legumbre en un huerto situado en las proximidades del bar municipal, en pleno casco urbano. El objetivo: evitar que esta legumbre se pierda después del fallecimiento en 2021 de Antonio Celma, uno de los últimos vecinos de La Portellada que cultivó hasta el último momento este garbanzo autóctono. A través del acto protagonizado el sábado los portillenses quieren potenciar el cultivo de esta legumbre y extender su uso incluso dentro del ámbito hostelero del Matarraña. Está previsto que el garbanzo de La Portellada sea el cultivo protagonista de la próxima edición de la Feria del Huerto y el Jardín que se celebrará en la localidad el 1 de mayo. «Queremos recuperar y potenciar la producción de este cultivo y qué mejor manera de hacerlo que a través de nuestra feria», explicó Gloria Serrat, alcaldesa de La Portellada.

El acto de siembra estuvo dirigido por Víctor Vidal, divulgador, agricultor ecológico y miembro de la Red de Semillas de Aragón. Fue Vidal quien dio el aviso a sus vecinos de que si no se actuaba pronto, esta variedad de garbanzo podría desaparecer. Así lo puso de manifiesto durante las Jornadas Gastronómicas del IES Matarraña donde el portillense ofreció una jornada divulgativa sobre la historia y propiedades de esta legumbre.
Vidal ya estableció contacto con el CITA para incluir un estudio sobre esta legumbre, por lo que pasó a formar parte de los planes de mejora y estudio sobre las legumbres de Aragón, siendo uno de los seleccionados para implementarlo como producto de calidad en la provincia de Teruel. «Creo que lo hemos salvado. El cultivo ha estado en la UCI porque casi se pierde, pero este próximo mes de marzo vamos a ser varios los que lo cultivemos. Tenemos que hacer una gran pedagogía», añadió Vidal. Lo cierto es que el portillense ya logró poner en valor la judía blanca de Beceite o Fesol de Beseit. Vidal, junto a varios establecimientos hosteleros del Matarraña, fue pionero en 2018 en la divulgación de esta legumbre y lo hizo precisamente en la XIII edición de las Jornadas Gastronómicas del IES.
En estos años no solo se ha asegurado su cultivo, si no que muchos establecimientos del Matarraña se han implicado en su recuperación, incluyéndolo en sus cartas. Restaurantes como La Fábrica de Solfa ofrecen menús temáticos sobre el fesol de Beseit y a raíz de esta pionera divulgación cocineros como el fabarol Rubén Martín comenzaron a darlo a conocer en Zaragoza. «Esperemos conseguir algo parecido con el garbanzo de La Portellada y que en pocos años algún joven se anime a apostar por este cultivo y más restaurantes lo incluyan en sus menús», añadió Vidal.