En todos los municipios que dependen de la Media Distancia, los abonos de transporte gratuitos que han salido a la venta este miércoles solo podrán conseguirse en las escasas estaciones que cuenten con máquinas de autoventa, taquilla o a través del pago al revisor en metálico (dado que en muchos puntos de la línea no hay suficiente cobertura para hacer el pago con tarjeta bancaria). Esto se debe a que Renfe no ha incluido la venta de los abonos de estas líneas en la página web o en la aplicación móvil, algo que sí que ocurre con los trayectos de Cercanías o de Rodalies.
Antonio Carmona, portavoz de Renfe en Aragón y Cataluña, ha confirmado a La COMARCA la ausencia de la venta online de los abonos para Media Distancia, pero ha asegurado que «si no hay interventor, los pasajeros podrán comprar los abonos en la estación de destino». Sin embargo, dado que la mayoría de estaciones del medio rural no tiene máquinas de autoventa operativas, es posible que tanto la estación de origen como la de destino no cuenten con dicho servicio. En ese caso, no habría posibilidad de adquirir el abono. No obstante, el portavoz de la entidad ferroviaria aseguró que «el objetivo que busca Renfe es facilitar los desplazamientos a todos los viajeros y que todos puedan beneficiarse».
El servicio de Media Distancia es primordial en Aragón y en el resto de España. En esta comunidad autónoma, concretamente, son 7 los trayectos que se enmarcan en dicho servicio: Zaragoza-Logroño, Zaragoza-Vitoria, Zaragoza-Barcelona, Zaragoza-Lérida-Pirineos, Valencia-Huesca, Madrid-Zaragoza y Zaragoza-Canfranc.
Quitando las opciones telemáticas, solo quedan las alternativas de la taquilla, las máquinas o el interventor, en caso de que haya alguna de las tres. La falta de máquinas de autoventa es un problema que llevan viviendo los vecinos del medio rural durante años. Estas se instalaron para sustituir el servicio de las taquillas, pero muchas de ellas han dejado de funcionar, como es el caso de la que se encuentra en la estación de Caspe. Otras están en el interior de la estación, como ocurre en Samper de Calanda, y solo se pueden utilizar cuando está abierta. Otro caso es el de otras estaciones que no tienen ni si quiera dicha máquina ni taquilla, como es el caso de Fabara, Nonaspe o Fayón, entre otros municipios de Aragón.
Hace años que el Gobierno achaca los recortes en los servicios de Media Distancia a la disminución de su demanda. Sin embargo, los pasajeros de estos trenes en ocasiones no pueden comprar sus billetes, dado que algunos de los ferrocarriles circulan sin interventor, único medio para comprar el trayecto si en la estación de origen no hay taquilla ni máquina de autoventa. Esto hace que no se refleje la cifra real de pasajeros que utilizan este servicio.
El problema de la falta de interventor es notable en otros casos como ocurrió en Bejís, localidad valenciana, al no haber un revisor que informase a los pasajeros de la situación de la línea ante el incendio que estaba activo el pasado 16 de agosto. La ausencia de esta figura no es aislada, ya que Renfe comunicó posteriormente que no es obligatoria durante el servicio ferroviario. De hecho, en la provincia de Zaragoza hay 36 interventores, pero no todos ellos están en activo, por lo que desde la entidad ferroviaria consideran que están en una «situación precaria». Sin embargo, el caso de las provincias de Huesca y Teruel es todavía peor, ya que no cuentan con ninguno de estos trabajadores.
Con la publicación de la nueva medida emitida por el gobierno central, los alcaldes de los municipios que cuentan con paradas en el corredor Madrid-Barcelona, de Media Distancia, mostraron su alegría al pensar que con la compra online de estos billetes al fin se reflejarían las cifras reales de los viajeros y que, por tanto, se podría demostrar que este es un servicio necesario y utilizado en el entorno rural. Sin embargo, Pedro Bello, alcalde de La Puebla de Híjar, ha denunciado que «los tiempos en el medio rural van a otra velocidad que en la ciudad, no puede ser que saquen un bono mostrándolo como algo bueno también para los pueblos y tecnológicamente conlleve dificultades porque el entorno rural no esté en línea con siglo XXI». Por su parte, Pilar Mustieles, alcaldesa de Caspe, confía en que «una vez que se subsanen estas deficiencias, podamos aprovechar la facilidad y gratuidad que beneficia a la vertebración del territorio». No obstante, aseguró que lo «óptimo» sería contar con una máquina expendedora.
Asimismo, Luis Zubieta, Presidente de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias, considera que «Renfe debería hacer un esfuerzo por facilitar la compra de estos billetes a todos los pasajeros, incluidos los del medio rural».
Abonos para el resto de servicios
Los servicios de Cercanías y Rodalies también contarán con la bonificación del 100%. Por su parte, el servicio Avant y algunas líneas de AVE tendrán un descuento del 50%.
La máquina esa de la estación de Caspe, no ha funcionado NUNCA. Y RENFE sabe muy bien porque no funciona.