El constante goteo de muertes de corzos en los dos principales canales de riego de Alcañiz ha puesto sobre aviso a la Fundación Artemisan -organización privada sin ánimo de lucro que promueve la gestión y conservación de especies de fauna y flora- y a la Asociación del Corzo Español. Tres investigadores se desplazaron la semana pasada a la capital bajoaragonesa, desde su sede en Ciudad Real (Castilla-La Mancha), para recorrer el canal de la Estanca y el canal Calanda-Alcañiz y estudiar medidas efectivas que eviten decenas de ahogamientos cada primavera. El primer paso será investigar por qué los corzos caen dentro de estas infraestructuras, a partir de varias hipótesis como la dispersión juvenil, la expansión de la especie o la necesidad de agua. Para ello, los cazadores locales colocarán collares GPS a los ejemplares rescatados, con previa autorización del Gobierno de Aragón y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
La Fundación Artemisan y la Asociación del Corzo Español están llevando a cabo conjuntamente un proyecto bienal para conocer la situación del corzo a nivel nacional y sus distintas problemáticas, entre ellas, los ahogamientos. «Queríamos visitar un canal con mortandad para buscar soluciones, que luego también pudieran replicarse en otras zonas de España afectadas e incluso en próximas construcciones», explicó durante la inspección de la zona Gonzalo Varas, investigador de Artemisan y vicepresidente de la Asociación del Corzo Español. Le acompañaron el director de la Fundación, Luis Fernando Villanueva, y la investigadora Elena Fuentes.
De guiarles y trasladarles toda la información requerida, se encargaron el vocal de la junta de la Sociedad de Cazadores de Calanda, Andrés Albacar; el presidente de la Sociedad de Cazadores de Alcañiz, Antonio Alejos; el coordinador de Agentes de Protección de la Naturaleza del Bajo Aragón y Matarraña, Javier Escorza; el gerente del camping de Alcañiz situado en La Estanca y representante de la Plataforma Stop Ahogamientos, Juan Quílez; y un vecino alcañizano que lleva años denunciando la problemática y buscando por su cuenta soluciones, Jesús Perdiguer. El escenario mostrado fue «demoledor», sobre todo, en los alrededores del canal Calanda-Alcañiz, donde, al menos, contaron seis cadáveres de corzos y el cuerpo sin vida de un tejón, así como cientos de huesos de animales. También vieron el cadáver de un corzo dentro del contenedor depositado para tal fin junto al rastrillo que separa el canal alimentador de la Estanca del embalse.
«Vamos a trabajar en distintas líneas. Primero nos pondremos en contacto con la CHE y con la Comunidad de Regantes para saber cuál creen que es la raíz del problema y qué soluciones proponen. Por otro lado, monitorizaremos los movimientos de los corzos que se caigan a los canales para conocer si son reincidentes, y si el origen de la problemática es un tema de territorio o de necesidad de agua», detalló Gonzalo Varas tras presenciar el «horror» de la «fosa común». Los cazadores de Alcañiz, Calanda y Castelserás, que son quienes rescatan a muchos de los ejemplares que caen (siempre que se les da el aviso), aprovecharán los quince minutos posteriores en los que el corzo todavía está paralizado, recuperándose del cansancio y la hipotermia, para ponerle el collar y activar el GPS.
En cuanto a los plazos previstos, Artemisan ya está trabajando para pedir los permisos necesarios tanto al Gobierno de Aragón como a la Confederación Hidrográfica del Ebro. También se cumplirá con un protocolo de bienestar animal. El objetivo de la Fundación es implementar «cuanto antes» la medida, ya que es en primavera cuando las crías jóvenes se separan de sus madres, y en verano cuando más buscan el recurso hídrico. «En otoño e invierno, el comportamiento no es tan territorial, forman grupos familiares, y hay menos incidencia. Tenemos que aprovechar ahora, que es el momento crítico, aunque dependeremos de las autorizaciones», insistió Varas.
Las medidas actuales «son mejorables»
Tras recorrer el canal de la Estanca de Alcañiz, donde la CHE colocó cuatro láminas plásticas para guiar a los animales que caen al agua hacia las escapatorias, los investigadores de Artemisan valoraron que el sistema de las lonas era «muy mejorable». «Es un primer paso de buena voluntad», señalaron. A primera vista, consideraron que «el punto de arranque y el punto final de la lona podrían mejorarse para incrementar su efectividad», e incluso se podría «complementar alguna zona con la inclusión de mallazo para que los corzos cogiesen una mayor tracción». Desde la Fundación estudiarán distintas alternativas para intentar mejorar el sistema actual.
Respecto al canal Calanda-Alcañiz, destacaron como una «buena medida» la construcción de escapes en el exterior de las curvas. «Se podría incluso exportar a futuras infraestructuras de riego», aseguraron. La Confederación Hidrográfica del Ebro construyó a lo largo de los 18 kilómetros del canal varias salidas entre los años 2020 y 2021. Se trata de una rampa de escape en hormigón a favor de la corriente en el p.k. 15+929 y de dos escalones de escape junto a las compuertas de nivel constante en los p.k. 10+496 y p.k. 18+118. También colocó una rampa de escape portátil de madera, que «no ha resultado ser útil», según los cazadores. Además -según informó la CHE a La COMARCA- la Comunidad de Regantes construyó una rampa en hormigón y en contra de la corriente.
En el canal de la Estanca, que mide 21 kilómetros, también hay siete salidas, aunque no fueron pensadas para la escapatoria de los corzos, ya que entonces eran prácticamente inexistentes en esta zona. Las rampas se edificaron durante la construcción del canal para permitir la entrada y salida de maquinaría.
Quién pagará las medidas
Durante el encuentro entre los investigadores de la Fundación Artemisan y los vecinos bajoaragoneses, se habló sobre qué administración debería de asumir la inversión de las medidas que se estudien para evitar los ahogamientos de animales. Por ejemplo, la construcción de salidas, la colocación de barreras de tipo peine dentro del canal e incluso el vallado. No se refirieron a la implantación de los collares GPS, investigación que asume Artemisan y la Asociación del Corzo Español.
Todos los presentes coincidieron en que «tendría que ser la Confederación Hidrográfica del Ebro, pese a que la gestión depende de la Comunidad de Regantes», ya que la primera cuenta con un presupuesto «mucho mayor». Por el momento, las actuaciones que se han llevado a cabo han sido financiadas por la CHE. Además, desde Artemisan abrieron la puerta a «buscar fuentes de financiación externas» si finalmente las administraciones competentes no se hicieran cargo.
Otra de las cuestiones que se abordó fue el marco legal. «Se debería de modificar la legislación que corresponda para obligar a las entidades responsables de los canales a instalar medidas técnicas que facilitaran a los animales que caigan poder salir y no morir ahogados», defendió el representante de la Plataforma Stop Ahogamientos, Juan Quílez.
Un «halo de esperanza»
La Fundación Artemisan trabaja desde hace varios años en canales españoles donde existe mortandad de animales por ahogamientos. Gracias a «la presión mediática y legal» consiguieron que el año pasado se vallasen los kilómetros más problemáticos del trasvase Tajo-Segura. También han logrado que en las últimas semanas se haya instalado una valla perimetral en el Canal de Navarra. En ambos casos, han sido las correspondientes Confederaciones las que han asumido los costes.
La reunión mantenida en Alcañiz insufla un «halo de esperanza» a las diferentes asociaciones y vecinos a título personal que llevan años reivindicando medidas que acaben con esta «barbarie». Las peticiones realizadas hasta el momento a la Confederación Hidrográfica del Ebro «no han tenido la respuesta esperada» y confían en que la repercusión nacional de la Fundación Artemisan y la Asociación del Corzo Español sirva, por fin, para poner punto y final a esta «cruel» historia.
Evaristo dice
Los corzos se ahogan porque bajan a beber al canal, sucio y lleno de barro, no pueden salir, se fatigan y se ahogan, esto también pasa en otras instalaciones hídricas, como pueden ser las balsas de riego (donde también se ahogan perros, zorros…etc.). Actualmente, hay superpoblación de corzos, jabalís y demás animales de este tipo, por eso se ahogan más.
No creo que sea necesario geolocalizar a un corzo para investigar este tipo de cuestiones de sentido común.
José Luis Valle-Iturriaga Miranda dice
Una sociedad que avanza se hace más sensible a cualquier forma de sufrimiento, así que es admirable la preocupación de este grupo de personas… ojalá las instituciones también vayan por el mismo camino.
Manolo dice
Pues si, pero poner collares a los corzos sera un gasto inutil, se seguiran ahogando y solo se conseguira saber que como bien dice Evaristo se ahogan al bajar a beber.
Si se quiere acabar con esta masacre los responsables del canal deben vallarlo igual que hacen los responsables de las balsas de riego, pero me temo que nadie les va a obligar e ello y no lo van a hacer.
Anubis dice
Definición de masacre:
Masacre es un término utilizado para referirse a un tipo de homicidio premeditado, habitualmente de varias personas, caracterizado por la indefensión de las víctimas.
¿De qué masacre hablas? Sólo por ponerme en situación…
Anubis dice
Por cierto, ya que hablas de masacres, igual hay que empezar a mirar con lupa lo que ocurrió durante la «pandemia»
Manolo dice
quiza no es acertada la expresion «masacre»
te parece mejor desastre???? pues llamemosle desastre.
dicho esto, ya me diras que tiene que ver la pandemia con esta noticia. Solo por ponerme en situacion…
Anubis dice
No tiene nada que ver con la noticia, tiene que ver con las masacres.